Nos comparte: Socorro Castilo Olazábal.– En nuestra I.E. Santa Ángela, el Proyecto Ambiental Integrado es un trabajo sostenible que se viene desarrollando hace algunos años y lleva a la práctica la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) como una forma de lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Efectivamente, como integrante de la red PEA UNESCO, nuestra escuela toma en cuenta los 17 ODS planteados por la ONU, que describen los principales desafíos de desarrollo para la humanidad. La finalidad de los ODS es garantizar una vida sostenible, pacífica, próspera y justa en la tierra para todos, ahora y en el futuro.
Los objetivos abordan desafíos mundiales cruciales para la supervivencia de la humanidad; fijan los límites ambientales y los umbrales críticos para el uso de recursos naturales; y reconocen que la erradicación de la pobreza debe ir a la par de estrategias que fomenten el desarrollo económico. Hacen referencia a una serie de necesidades sociales, que incluyen educación, salud, protección social y oportunidades laborales, y a la vez el cambio climático y la protección del medio ambiente. Necesitan conocimientos, competencias, valores y actitudes que las empoderen para contribuir al desarrollo sostenible. La educación es, por tanto, fundamental para lograr el desarrollo sostenible, y la EDS es especialmente necesaria, pues capacita a los educandos para tomar decisiones fundamentadas y actuar de forma responsable en pro de la integridad ambiental, la viabilidad económica y las sociedades justas para las generaciones actuales y venideras.
El impulso de la EDS nunca ha sido más fuerte. Temas mundiales –como el cambio climático– requieren de forma urgente un cambio en nuestros estilos de vida y una transformación en nuestra forma de actuar y pensar. Para lograrlo, necesitamos nuevas competencias, actitudes y conductas que nos conduzcan a sociedades más sostenibles.
Los sistemas educativos tienen que responder a esta necesidad a la hora de definir los objetivos y contenidos de aprendizaje pertinentes, introduciendo pedagogías que empoderen a los alumnos e instando a las instituciones a incluir los principios de sostenibilidad en sus estructuras de gestión.
La EDS es una educación holística y transformadora, que aborda el contenido y los resultados de aprendizaje, la pedagogía y el entorno de aprendizaje. En consecuencia, la EDS no solo integra contenidos tales como el cambio climático, la pobreza y el consumo sostenible dentro de los planes de estudio, sino que también crea contextos de enseñanza y aprendizaje interactivos y centrados en el estudiante.
Lo que la EDS requiere es una evolución de la enseñanza al aprendizaje. Esta busca una pedagogía transformadora y orientada a la acción, y se caracteriza por aspectos tales como el aprendizaje autodidacta, la participación y la colaboración, la orientación hacia los problemas, la inter y transdisciplinariedad.