Nos comparte: Delver Danmer Dávila Dávila.- A 50 minutos de la ciudad de Chiclayo y a 20 minutos de Huaca Rajada, lugar donde se halló al Gran Señor de Sipán; se encuentra el sitio arqueológico monumental de Pampa Grande que, según el arqueólogo Izumi Shimada fue habitado por 15 mil personas aproximadamente, entre los años 600 y 750 d.C. Luis Chero Zurita, otro arqueólogo que investigó este asentamiento, cree que fue la última gran Capital Mochica, con una ubicación estratégica para el control del territorio y de los sistemas de irrigación.
En todos los alrededores, puedes ver los vestigios de diversas construcciones y el uso del terreno para cultivo. Siguiendo la ruta, tal vez trazada por los pobladores en tiempos inmemoriales y de los del actual pampa grande, puedes ir hacia donde empiezan las faldas del cerro Los Gentiles. A simple vista pareciera solo formas naturales del cerro, pero cuando avanzas y observas con detenimiento, descubrirás muchas construcciones más hechas de piedra y barro que rodean varias pirámides, encontrarás también plataformas rectangulares y que ascienden por las faldas del cerro hasta la propia base de las peñas. Es una vista espectacular desde allá arriba. Nuestros ojos se pierde en la inmensidad de la pampa, la Fortaleza resalta en ella-, y allá al fondo, al otro lado del verde valle del río Chancay se divisa otro hermoso lugar por descubrir: el cerro La puntilla.
Quisiera hacer una acotación: Pampa Grande no merece estar puesta en el olvido, las autoridades pertinentes no le han dado la importancia que merece. Sería hermoso que estuviera integrado de manera efectiva como parte del corredor turístico del norte; de lo contrario, seguirá en la postergación y el olvido con los consecuentes peligros de invasión de su área y huaqueo ilegal de la misma como es evidente que se está haciendo.
Así que, querido lector lambayecano, si quieres pasar un bonito fin de semana en familia y enseñar a tus hijos a valorar nuestra cultura, conocer y recorrer Pampa Grande es una buena alternativa. Lleva bastante agua y deseos de caminar y explorar. Tú haces la aventura. Y ahora que es época de verano, que mejor que terminar el día dándote un chapuzón en las aguas del río Chancay. Por el pasaje ni te preocupes, de cinco soles no pasa. ¡Anímate a conocer tu historia!