Mientras miles de fanáticos lloran la muerte de Kobe Bryant, un equipo de expertos avanza lentamente en la investigación del accidente de helicóptero que le quitó la vida a la leyenda del básquet, su hija Gianna y otras siete personas.
Según el diario Los Angeles Times, tres cuerpos fueron recuperados el mismo domingo, pero el lunes no se dieron detalles del progreso. El Sikorsky S-76 se precipitó el domingo por la mañana sobre las colinas cercanas a Calabasas, en el sur de California.
Sin embargo, finalmente, ayer martes por la mañana, la oficina de medicina forense informó que los cuerpos de las nueve personas que fallecieron en la tragedia fueron encontrados.
Los restos de tres víctimas fueron recuperados el domingo, y los otros seis, el lunes, indicó un comunicado. “Actualmente, los investigadores están trabajando activamente en la identificación de los fallecidos. Además, se están realizando exámenes corporales”, señaló el texto.
Estarán una semana
Jennifer Homendy, miembro de la NTBS dijo que los investigadores permanecerán el resto de la semana recolectando pruebas. “La escena del accidente es bastante devastadora”, señaló, agregando que los restos de la aeronave estuvieron esparcidos a lo largo de unos 180 metros.
“Estaremos aquí unos cinco días en la escena para recoger las pruebas perecederas”, añadió. “No estamos aquí para determinar la causa del accidente, no la determinaremos en la propia escena”. Homendy indicó además que el helicóptero no tenía caja negra, lo que no es un requerimiento para este tipo de aeronave.
Precisó que el piloto hizo un requerimiento especial para volar por debajo del mínimo de 1.000 pies de las reglas de vuelo visual (VFR), que fue concedido, y que antes de estrellarse manifestó que subiría para evitar una capa de nubes. Fue el último contacto que hizo, volando a 2.300 pies.
“La pregunta sobre si el piloto debía estar volando en esa neblina, es parte de nuestra investigación”, añadió Homendy. La niebla era lo suficientemente fuerte el domingo para que la policía y el sheriff dejaran en tierra sus propios helicópteros hasta la tarde.
Philippe Lesourd, un piloto de helicóptero e instructor que ha volado en este estado por 29 años, dijo que la explicación más probable es que el piloto sufriera una “desorientación espacial” al perder visual del suelo al entrar en las nubes.