Los internos del penal de Puno se han convertido en expertos en la confección de trajes para los danzantes de la Festividad de la Virgen de la Candelaria, que se celebra en Puno. A medida que se acercan las fechas centrales (del 2 al 8 de febrero) crece la demanda de los vestuarios.
Las hábiles manos de los internos se lucen para trabajar el bordado de los trajes con diversas figuras inspiradas en el simbolismo andino y occidental, dando forma y tonalidad a los vistosos trajes de morenos, diabladas, kullahuadas y caporales.
“Ni bien acaba la Festividad de la Virgen de la Candelaria, los presidentes de los conjuntos vienen a firmar contrato para el próximo año, primero diseñamos los nuevos modelos y luego empezamos con la confección de trajes”, afirmó Teófilo Calsín Huanca.
Por su parte, Edgar Larijo, quien heredó de su padre la habilidad en el bordado de trajes, y que por situaciones de la vida ingresó al penal de Puno, ahora comparte su conocimiento con sus compañeros.
Su especialidad es la confección de trajes de morenos y trabaja junto a otros 20 internos. Este año ellos se encargarán de vestir al conjunto de morenada Laykakota. “Estamos trabajando duro para entregar a tiempo los trajes”, afirma Edgar Larijo, mientras coloca lentejuelas y bolillas al traje de moreno.
El taller de bordados del penal de Puno ya tiene, oficialmente, más de un año de funcionamiento y ha logrado consolidarse rápidamente en el mercado local, de esa manera cubren la demanda no atendida por los talleres de bordados de la región Puno.