Cultura
Publicado el Lunes, 13 de Enero del 2020

Técnicas de tejidos en qallwa son Patrimonio Cultural

En la tradición textil de San Miguel de Cajamarca se registra el uso de fibras de orígenes distintos como la lana y el algodón

 La declaratoria de Patrimonio Cultural de la Nación a los Conocimientos, técnicas y prácticas asociados a la producción de tejidos en qallwa, en la provincia de San Miguel, departamento de Cajamarca, fue entregada de manera oficial por la ministra de Cultura, Sonia Guillén Oneeglio.

Estos tejidos son resultado de sofisticadas técnicas de creación textil y testimonio de antiguos y vigentes intercambios culturales y económicos entre la población de San Miguel y poblaciones del Norte del país, constituyendo un símbolo de la identidad cultural.

“El trabajo con la qallwa es un esfuerzo que requiere mucha técnica y habilidad artística y la destreza que se ha ido afianzando durante los cientos de años que las mujeres han estado aportado a la sociedad, su familia e historia”, refirió la ministra de Cultura durante la ceremonia que se desarrolló en el atrio de la iglesia de San Miguel.

En este acto, la ministra Guillén también hizo entrega de un reconocimiento especial a la señora Teresa Mendoza, tejedora y difusora de la técnica de la qallwa. “Hago entrega de este reconocimiento de parte del Estado y de todos los pobladores de este país que ven en ustedes la habilidad que debemos mantener y hacer imperecedero para el orgullo de todas las poblaciones”, acotó.

La declaratoria de Patrimonio Cultural se otorgó a través de Resolución Viceministerial Nº 211-2019-VMPCIC-MC, publicada en el diario oficial El Peruano.

TRADICIÓN TEXTIL

En la tradición textil de San Miguel de Cajamarca se registra el uso de fibras de orígenes distintos como la lana y el algodón. La lana es obtenida del ganado ovino criado en la zona, mientras que el algodón, fibra vegetal propia de la costa, se adquiere en comercios locales o se compra a comerciantes foráneos que visitan el lugar.

El empleo tradicional del algodón en una zona de sierra fría como San Miguel es testimonio de las relaciones ancestrales entre pobladores de la Costa y la Sierra y de los fluidos intercambios de conocimientos y costumbres que se dieron en estos contextos.

La producción textil se orienta al consumo familiar y a la comercialización o generación de ingresos de las unidades domésticas urbanas y/o campesinas. Los tejidos para el autoconsumo portan un trabajo minucioso que a su vez muestra elementos identitarios. Entre ellas se puede mencionar a los pullos (mantas), alforjas y frazadas.

En lo que concierne a la producción textil orientada a la comercialización, esta se mantiene como la principal actividad económica femenina, siendo los tejidos de mayor aceptación en el mercado los manteles, servilletas, los individuales, las chalinas y los chales, ponchos de chalán y fajas.

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