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Publicado el Lunes, 23 de Diciembre del 2019

Urge prevenir la explotación laboral juvenil en el país

Muchos jóvenes aceptan trabajar en condiciones de precariedad porque necesitan el poco dinero para estudiar.

 En el 2017, fueron dos grandes amigos y compañeros de trabajo los que perdieron la vida al producirse un incendio en la galería Nicolini de Lima. Lugar, del cual ni siquiera pudieron huir porque se encontraban encerrados. Han pasado más de dos años y la historia se ha vuelto a repetir.

Esta vez, Carlos Campos y Alexandra Porras, una pareja joven de enamorados, murieron electrocutados mientras realizaban sus labores en el centro de comida rápida McDonald’s de Pueblo Libre en Lima. Recientemente, un trabajador contó que la empresa tenía conocimiento de las fallas eléctricas en una máquina dispensadora, pero no hizo nada.

Mientras el último caso se investiga, es urgente que el Estado se enfoque en brindar una educación de calidad (becas, programas, capacitaciones e intercambios) a los niños, adolescentes y jóvenes para que puedan tener la oportunidad de culminar una carrera técnica o universitaria y conseguir un trabajo digno, manifestó la consejera regional Guisella Fernández Muro.

Lamentó lo sucedido con Carlos y Alexandra de 19 y 18 años, pero añadió que la explotación laboral se genera por la misma necesidad económica. Muchos chicos aceptan trabajar aún en condiciones precarias porque necesitan el poco dinero que obtienen para ayudar a sus familias o costearse sus estudios.

Para que hechos como este, no vuelvan a ocurrir en el Perú ni en la región Lambayeque, la consejera invocó a la Defensoría del Pueblo y a la Gerencia de Promoción del Empleo a velar por los derechos y condiciones de trabajo de la población juvenil.

Asimismo, informó que se debe insistir en la educación de calidad. Fernández Muro recordó que hace algunas semanas, jóvenes de la zona altoandina llegaron hasta la provincia de Chiclayo para rendir un examen del programa Beca 18, pero fue notoria la desventaja educativa respecto a los jóvenes de la zona urbana.

“Tenemos que abogar por estas niñas de Incahuasi y Cañaris, que vienen a servir a los hogares y las familias no les dan ningún seguro, ni reconocimiento. (Hizo una pausa). Definitivamente, sino tienen educación estas niñas que se encuentran en situación de extrema pobreza siempre serán vulnerables a la explotación laboral y eso es lo que nosotros tenemos que combatir”, acotó.

Guisella Fernández, quien preside la Comisión de Educación, manifestó que para el siguiente año tiene programado visitar las comunas distritales para que sean las autoridades las que convoquen a sus Consejos Participativos Locales de Educación. De esta manera se utilice el presupuesto que destina el Estado para este sector y se creen academias municipales en beneficio de los adolescentes y jóvenes más necesitados.

“De otra manera, no vamos a salir del subdesarrollo y de este atraso en el que nos encontramos”, indicó.

En tanto, el consejero regional Óscar Cárpena Recoba, sostuvo que los jóvenes constituyen una fuerza laboral muy importante en el país, la cual no puede ser dejada de lado. Coincidió en que las causas de la explotación laboral juvenil son la falta de oportunidades, los bajos salarios y escasas posibilidades de crecer.

Por ello, mencionó que el Gobierno Central tiene que interesarse por crear políticas públicas de trabajo que permitan la igualdad entre todos los sectores de la población, no importando género, edad, condición económica, color de piel, etc.

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