Cultura
Publicado el Sábado, 21 de Diciembre del 2019

Maestra peruana sustentó su tesis de maestría en shipibo

Jovita Vásquez, tiene 41 años y es profesora intercultural bilingüe en el distrito de Atalaya, Ucayali.
Cuando Jovita Vásquez cursaba el segundo grado de primaria le resultaba imposible entender a la profesora de su colegio. Y esto no era por incompetencia académica, mucho menos por desinterés. El problema que tenía ella lo tenían todos sus compañeros: no sabía hablar español.
 
En el centro poblado Fernando Stahl, ubicado en el distrito de Tahuaria, en la provincia de Atalaya, región Ucayali, aún conservan su lengua originaria: el shipibo conibo. Sin embargo, la enseñanza básica era imposible ya que ningún profesor hablaba esa lengua originaria. Por ello, el primer paso era hacer que los niños sean bilingües.
 
“El problema que existe en las escuelas interculturales, bilingües, es justamente el idioma. Es gracias al idioma que uno puede conocer a otro ser humano, de una cultura diferente”, nos comenta Jovita, quien se ha convertido en la primera peruana en sustentar su tesis de maestría en su lengua natal: el shipibo conibo.
 
“Recién en tercer grado de primaria pude hablar el castellano. La profesora buscaba formas lúdicas para enseñarnos el idioma, nos hacía cantar, hacía uso de las mímicas, y era fácil, de esa manera, relacionar una palabra con su significado”. Es gracias a esa profesora que Jovita se interesó por la docencia y, ahora, es la primera profesora universitaria de su pueblo indígena.
 
El título de su tesis es “Formación Profesional y Desarrollo de la Mujer Indígena en la UCSS–Nopoki, 2018”, con el que ha obtenido la nota de ‘Cum Laude’, máxima calificación posible, y con el cual logra finalizar su maestría en Educación con mención en Persona, Familia y Sociedad a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia.
 
Jovita tiene como premisa para la enseñanza que comprender la realidad de una sociedad es un elemento básico para poder enseñar en ella: “Tenemos que entender que es muy importante conocer la cultura de los niños y su lengua materna. Es así, entendiéndolos, que vamos a enseñar mejor”, apuntó.
 
La shipibo conibo culminó sus estudios de primaria a los 11 años para luego abandonar la escuela por no existir, dentro de su comunidad, un colegio que dictara el nivel secundario. Por ese motivo, estuvo dos años en el limbo académico, hasta que decidió mudarse a otra comunidad.
 
Jovita, ahora con 41 años, es profesora intercultural bilingüe en la Universidad Católica Sede Sapientiae, sede Nopoki en el distrito de Atalaya, Ucayali. A lo largo de su vida vio que la enseñanza era una herramienta indispensable para el desarrollo de una comunidad.
 

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