Una de las grandes historias de amor del siglo XX, la de Paul McCartney y Linda Eastman, vuelve a la luz con la subasta de algunas de las cartas que la fotógrafa escribió, y que permanecían inéditas hasta ahora, en las que expresaba su nerviosismo por el inicio de su relación con el miembro de los Beatles.
Esa amiga era Miki Antony, que se dio cuenta inmediatamente de que el columnista Walter Winchell había interpretado los hechos con rigor absoluto. “Mi reacción fue una risita, porque sabía que era verdad”, declaró Antony a “The Observer”. “Ella se hospedó en mi casa la primera vez que vino a Londres. ¿Adivinas con quién quedé anoche? Era Paul McCartney, y pasamos una velada encantadora”. Según el relato de Antony, “ella dijo que a Paul realmente le gustaban los conejos blancos, y al día siguiente ella... compró un conejo blanco y se lo envió. Esa noche, me dijo, la llamó y le dijo: “Muchas gracias por el conejo blanco, ¿te gustaría salir a cenar otra vez?”. Así es como supe que habían comenzado a salir. El resto es historia”.
McCartney habló en el pasado de la “atracción instantánea” que sintió por Linda nada más conocerla en el nightclub Bag O’Nails del londinense barrio del Soho en mayo de 1967. Se casaron en 1969 y él “la lloró durante años” tras su muerte por cáncer en 1998 con solo 56 años.
Miki Antony, que también fue cantante de grandes éxitos y productora y autora, descubrió las tres cartas mientras ordenaba sus pertenencias durante una mudanza. La subasta se celebrará en Chiswick Auctions el 29 de enero.