El Qhapaq Ñan o Camino Real Inca sigue cautivando al mundo con su red vial de 30,000 kilómetros de extensión a lo largo de seis países sudamericanos, de los cuales el Perú abarca la mayor parte del recorrido. “BBC Travel” abordó en una atractiva publicación pormenores de esta impresionante obra de ingeniería inca, declarada Patrimonio Mundial de la Unesco el 2014.
En el artículo escrito por Nick Dall se destaca que este extenso sistema de caminos que tuvo como eje central a la Cordillera de los Andes se constituyó desde el siglo XV en un eficiente esquema vial, que facilitaba la comunicación, el comercio y la defensa para los incas.
Para consolidar su eficiencia y eficacia, los incas instalaron alrededor de 2,000 tambos o almacenes ubicados estratégicamente a una distancia equivalente a un día de recorrido. Los usuarios principales del Qhapaq Ñan eran los chasquis o mensajeros reales, quienes se relevaban cada cierta distancia y lograban informar de las disposiciones de los incas a lo largo y ancho del imperio. Por ejemplo, se podía llevar la comunicación del soberano entre Cusco (Perú) y Quito (Ecuador) en solo siete días, tras un desplazamiento de 2,500 kilómetros.
Sorprende lo bien diseñado del Camino Inca, con tramos que se adaptan a la geografía local y sortean sin mayor dificultad los desfiladeros y cuando es necesario dispone de puentes colgantes, elaborados con fibra vegetal, que pueden soportar toneladas de peso sin problemas.
A lo largo del Qhapaq Ñan se aprecian vestigios de construcciones incas y prehispánicas que cumplieron roles de fortalezas militares, templos de adoración de dioses, cementerios o centros de uso administrativo, muchos de ellos en buen estado de conservación o que están siendo puestos en valor por las autoridades y con respaldo privado e internacional.
La magia que se desprende al recorrer el Camino Inca motivó al excursionista Nick Stanziano, quien con el apoyo del arqueólogo Kevin Floerke, autor de la guía titulada “Gire a la derecha en Machu Picchu”, planea desarrollar una ruta de senderismo por esta red vial, a fin de educar a los viajeros sobre cómo recorrerla y apreciar los maravillosos lugares que atraviesa y une.
Stanziano protagonizó recientemente una excursión a lo largo de más de 2,800 kilómetros del Qhapaq Ñan, desde la localidad de Ingapirca, en Ecuador, hasta Cusco, la capital del imperio inca y principal destino turístico del Perú.
Su propuesta se basa en experimentar la belleza subyugante del Qhapaq Ñan en sectores mejor conservados, como el que se encuentra en Huánuco Pampa, que alguna vez fue una próspera ciudad inca ubicada en el noroeste del Perú, en el actual departamento de Huánuco. Con ello se espera establecer un modelo que inspire a otras regiones a sumarse a preservar este vínculo único con la legendaria sabiduría de los incas.