María Juncal lleva años estirando la goma del baile flamenco, un arte extraordinariamente flexible que le ha llevado a poder contar con él, por ejemplo, la historia de Anna Frank. Su nuevo trabajo se llama “La vida es un romance”, y se estrenó en Getafe. En él alude a esa manera popular de contar las historias, “cuando la gente no sabía leer ni escribir, ni tenía opción a acceder a ello”. La figura del romancero, dice la bailaora, “supuso tanto para tantas vidas...; es cierto que el contexto no era tan romántico, pero a mí me ha inspirado siempre mucho. La idea del espectáculo es esa, la del cancionero, la del contador de historias, que es lo que al fin y al cabo somos todos los que nos subimos a un escenario”.
La bailaora canaria ha contado con la ayuda de Ángel Rojas, director artístico del espectáculo; Jesús Carmona, que le ha asesorado en las coreografías. La música es de Óscar Lago –con el tema mencionado de Ricky Rivera–; además del propio Lago, guitarrista, acompañan a María Juncal Juan Triviño, Jonatan Reyes y Jesús Corbacho (cantaorers) y Javier Teruel (percusión). El vestuario es de Nicolás Vaudelet, la iluminación de Ángel Rojas y la escenografía de Paulina Ramos.