Al cumplirse 177 años de su deceso en Lima, dos libros publicados en Perú y Chile casi al mismo tiempo, mantienen vigente el interés por la participación del prócer Bernardo O’Higgins Riquelme en la independencia del Perú.
Thomas anotó apuntes sobre un centenar de pueblos y aldeas que recorrió junto al entonces ex director supremo y capitán general de Chile en camino a enrolarse en el ejército aliado que comandaba Simón Bolívar, que estaba en campaña contra el ejército realista del Virrey La Serna.
La obra fue traducida del inglés y publicada en 1917, por Carlos Vicuña Mackenna, en Santiago de Chile. Esta edición peruana es posible por el trabajo conjunto de los historiadores Jorge Ortíz Sotelo y Cristian Guerrero Lira, bajo el sello de la Sociedad Bolivariana del Perú.
En su ruta por los pueblos de la costa hasta Chimbote, y luego su ascenso a las serranías para penetrar por el Callejón de Huaylas rumbo a Huánuco, Thomas da una visión de los pueblos de indios que hasta hoy existen, de sus costumbres, de la violencia del clima y de cómo eran recibidos por las autoridades.
El cuadro que ofrece es el de un país en guerra por su independencia, con tropas en los caminos y de indígenas movilizados para abastecer al ejército patriota, que de Huánuco bajó a Pasco y, el 6 de agosto, derrotó a parte del ejército realista del general Canterac en la batalla de Junín.
ESTUDIANTE CAROLINO
El segundo libro, Bernardo O’Higgins, Descubriendo Lima (1790-1794), es obra del general chileno Roberto Arancibia Clavel, quien recoge valiosos e inéditos datos sobre cómo fue la vida del prócer chileno como estudiante en el Convictorio de San Carlos de Lima.
Este libro llena un vacío en la historiografía sobre O’Higgins, cuyos biógrafos pasaron por alto la educación peruana que recibió el joven Bernardo Riquelme, quien en esa época desconocía que era hijo del entonces gobernador de Chile, el irlandés Ambrosio O’Higgins, luego Virrey del Perú.
Arancibia nos describe a la sociedad limeña de fines del siglo XVIII, durante el “despotismo ilustrado” y que fue la antesala de la guerra por la independencia, en la que el prócer chileno tuvo un destacado papel.