Los altos índices de arsénico en el agua de los pozos tubulares de Pacora y Mórrope es un problema latente en la salud de miles de personas de estos distritos.

 

El vicario general de la Diócesis de Chiclayo, Bernardino Gil Hernández, exhortó a las autoridades de Salud de Lambayeque y del gobierno central lograr prontas soluciones, teniendo en cuenta que ha transcurrido mucho tiempo desde que se detectó esta situación que tiene en zozobra a los pobladores.

 

“El llamado es a ellos (autoridades regionales y nacionales), la salud de las personas ya sean niños o adultos es lo primero en una gestión. Tenemos que ser sensibles ante el clamor y pedido de las personas que anhelan agua apta para el consumo. Qué están haciendo las autoridades, tienen que actuar a la brevedad”, comentó.

 

Para que Pacora logre la declaratoria de emergencia por la presencia de arsénico en los seis pozos tubulares, se necesita que Salud realice los exámenes de sangre y orina a la población, pero según indicó en su momento la gerente regional de Salud, María Collantes Santisteban, no había presupuesto para realizar los exámenes.

 

El alcalde de Pacora, Virgilio Vidal Arboleda manifestó que al parecer el 16 de setiembre, llegará personal de Centro Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Medio Ambiente del Instituto Nacional de Salud para tomar las muestras.

 

“La declaratoria de estado de emergencia facilitaría la intervención del Estado, teniendo en cuenta que Pacora tiene más concentración de arsénico que Mórrope”, acotó.

 

Fue en febrero cuando representantes del Centro de Investigaciones Tecnológicas, Biomédicas y Medioambientales (CITBM) de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos acudieron al distrito para analizar la situación y confirmaran la presencia de arsénico.

 

En el caso de Mórrope, se logró la aprobación de varias declaratoria de emergencia y la instalación de filtros; sin embargo, falta ejecución de obras que permitan soluciones eficaces.