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Publicado el Sábado, 31 de Agosto del 2019

Más de 200 mil jóvenes están desempleados

Jóvenes piden mejores oportunidades laborales.
 En la actualidad, un promedio de 200 mil jóvenes de la región Lambayeque no estudian, ni trabajan, según lo indicó Jefferson Huancas Santos, integrante del Parlamento Joven.
 
Asimismo, Lambayeque ocupa el segundo lugar en desempleo juvenil a nivel nacional. Uno de los factores, se considera es la informalidad, así como el alto índice de población migrante que se encuentra distribuida en las tres provincias de la región.
 
Por ese motivo, muchos jóvenes optan por una carrera técnica, pues su objetivo es terminar rápido sus estudios superiores para encontrar un trabajo que les permita solventar sus gastos y los de sus familiares.
 
 
No es suficiente
 
Huancas Santos, dijo que el Estado está desarrollando algunos programas para reducir los datos estadísticos, pero hace falta fortalecer las capacidades interpersonales e intrapersonales y habilidades de los jóvenes, pues ello les permitirá buscar una alternativa de solución a esta brecha laboral que existe y podrán hacer frente a los problemas que se presenten en la sociedad a lo largo de su vida.
 
Asimismo, mencionó que la educación es sumamente importante. Aunque las instituciones educativas y universidades continúan sin cumplir los requisitos para brindar una enseñanza de calidad. Por ejemplo, las universidades continúan sin cumplir los requisitos que establece la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU).
 
En ese sentido, sostuvo que a las autoridades les falta capacidad de gestión; es decir; cada uno trabaja por su lado, buscando ser los protagonistas de determinado proyecto y no luchan por las personas más vulnerables.
 
En tanto, Jefferson Huancas, les motivó a trabajar de manera articulada con los actores sociales y empresariales. De este modo, la oferta laboral se incremente.
 
En una entrevista a La Industria, Jémile Domínguez Cubas, integrante del Parlamento Joven 2019, sostuvo que los jóvenes de la zona altoandina también necesitan del apoyo de los gobernantes. La región tiene una deuda político histórico que saldar con ellos, por haberlos abandonado por mucho tiempo.

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