Cada cierto tiempo el equipo de Ruth Shady sorprende con algún descubrimiento sobre la cultura Caral.
No obstante los continuos hallazgos sobre dicha civilización precerámica, una de las facetas de esta que aún no se ha revelado son sus costumbres funerarias.
“No nos hemos olvidado de buscar los cementerios de Caral”, indicó la doctora Ruth Shady.
Manifestó a la Agencia de Noticias Andina que han revisado con geolocalización los alrededores de la llamada Ciudad Sagrada, pero sin suerte.
Puntualizó que aún quedan varias zonas del valle de Supe donde revisar, por ejemplo, las cumbres de los cerros. También recordó que hay áreas de cultivo donde ya no se puede encontrar evidencia.
EXPECTATIVA
Sin embargo, explicó que su interés inmediato son las construcciones de corte doméstico, pues allí hay bastante información sobre el día a día de los caralinos.
Para la especialista, lo valioso es conocer datos, como la forma de alimentación o la estructura social de esta milenaria civilización.
Afirmó que los sitios monumentales no proporcionan necesariamente este tipo de información.
Hizo recordar que los lugares de adoración o destinados a altos funcionarios lucen en la mayoría de civilizaciones pulcros, no siendo Caral una de las excepciones.
Predijo que en breve tiempo los estudios sobre la vida doméstica de los caralinos ofrecerán nuevas pistas de su forma de vida.
Exámenes han demostrado que esta civilización es contemporánea con otras como Egipto, India, Sumeria y China
HISTORIA
La cultura Caral o civilización Caral se creó en el periodo de tiempo comprendido entre 3000 y 1800 a. C., siendo la articulación más clara de las órdenes sociales complejas en la zona peruana norcentral o Norte Chico.
La presencia de esta cultura se descubrió a partir de 1996, a causa de un grupo de arqueólogos encabezados por Ruth Shady, a través del Proyecto Arqueológico Especial Caral-Supe. Exámenes minuciosos han demostrado que esta civilización es contemporánea con otros establecimientos cívicos crudos del mundo, por ejemplo, Egipto, India, Sumeria, China, pero que no se parecen en nada a ellos (que intercambiaron sus logros).