El martes 23 de julio, el Coro y Orquesta Filarmónica de Chiclayo ofreció un espectacular concierto en las instalaciones del Palacio Municipal, como parte de las celebraciones por el 198 aniversario patrio.
A dicha gala, acudieron un promedio de 300 personas, entre niños, jóvenes y adultos, quienes estuvieron atentos a cada una de sus presentaciones, demostrando que disfrutaron de la noche al máximo.
Marco Casaró Balarezo, integrante del Consejo Directivo y coordinador logístico de los eventos de la asociación, mencionó que uno de los proyectos, que pretenden plantear al alcalde Marcos Gasco en una próxima reunión, es el realizar conciertos itinerantes en los diferentes distritos de la Capital de la Amistad.
Asimismo, señaló que otra de sus aspiraciones es hacer alianzas, por ejemplo, con el Museo de Sitio Huaca Rajada –Sipán, con el que pretenden formar una ópera mochica. “Son iniciativas que faltan madurar, pero se está trabajando para que se lleven a cabo”, añadió.
HISTORIA
La Asociación Coro y Orquesta Filarmónica de Chiclayo, en la actualidad, está conformada por aproximadamente 75 destacados músicos y cantantes. Su primera participación la realizó en Navidad de 2016, donde decidieron unirse para sacar adelante este proyecto.
En febrero de 2017, formaron su Consejo Directivo y juramentaron el 27 de junio con una presentación extraordinaria. Después de ello, surgieron las invitaciones, pero el camino no fue sencillo. En todos estos años, las autoridades nunca mostraron interés por el arte y la cultura.
Unas de sus principales necesidades, siempre fue un lugar donde realizar sus ensayos. Antes lo hacían en la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) Lambayeque, pero a veces no encontraban cupo. No obstante, la nueva gestión, desde hace algunos meses, les brindó algunas instalaciones de la Ex Mutual.
Sin embargo, el apoyo no es suficiente, pues cada músico debe cubrir sus gastos de movilidad y hospedaje cuando les invitan a alguna presentación.
En una entrevista a La Industria, Marco Casaró, señaló que en otros países de América Latina y Europa, todos los músicos son rentados y ellos representan a sus naciones con apoteósicas funciones.
