A seis meses de gestión del alcalde de Íllimo, Miguel Baldera Sandoval, pobladores, regidores, y subprefecto consideran que se requiere mayor atención al problema del agua potable y alcantarillado, caminos vecinales y mejoras en el mercado municipal.
En las calles, mercado y caseríos el sentir de los pobladores es aún de insatisfacción por los pocos avances de la actual administración municipal en el distrito de Íllimo al cumplirse más de seis meses de gestión.
El subprefecto distrital, Ernesto Linares Zárate, consideró que actualmente no se ven proyectos de interés para la población, que puedan resaltarse. Considera de necesidad y urgencia solucionar el problema del agua potable. “Aquí el principal problema es el agua y desagüe que afecta a la población. El desagüe está mayormente colapsando, por partes. El tema es que ha crecido la población”.
Precisamente, hace menos de un mes, los moradores del distrito de Íllimo cuestionaron la ejecución de la obra de pavimentación de calles del centro de la ciudad, debido a que no se cambió la red de agua y alcantarillado que tiene más de 30 años, situación que hasta ahora no se ha solucionado.
Asimismo, el subprefecto señala que es importante que se trabaje en las trochas hacia los caseríos, “hay bastantes caseríos que deben atenderse con este tipo de obras, porque hay bastante baches y los caminos a veces no son accesibles para circular”.
Si bien cree que los índices de inseguridad han bajado, espera seguir mejorando con los patrullajes en las calles para garantizar la tranquilidad de la población.
Para algunos pobladores que viven en caseríos la presencia de la municipalidad aún es un poco lenta, y ello se advierte en las pocas horas, que hasta la fecha, viene ejecutando la actual gestión municipal.
José Hernández, a quien ubicamos en la plaza de Íllimo, asegura que en la campiña “faltan bastante (obras). No hace nada todavía hasta ahora. Soy de Culpón Bajo, ahí falta bastante qué hacer, como los caminos. El alcalde hasta ahora no llega, seguro por acá, pero por allá, donde vivimos nosotros, todavía no llega”.
Doña María Mercedes Cajusol Chapoñán, del caserío San Juan, demanda la ejecución de obras de desagüe, pues hasta el momento tienen solamente agua, pero se hace necesario el alcantarillado, para ya no seguir usando los pozos ciegos.
En tanto, el comerciante Antero Chinchay pidió apoyo para el mercado municipal. “Tiene muchos años. Falta organización e infraestructura, porque está muy mal. Es de adobe una parte y la otra de ladrillo”.
Para la regidora Jerusalén Baldera Morales, la población tiene necesidad de que se mejore el servicio de agua porque viene por horas y es muy esencial para la población. Además reconoce la urgencia de contar con mejores caminos o trochas carrozables hacia los caseríos, debido a que muchos de estos fueron seriamente dañados durante las lluvias del 2017.
La regidora indicó que se viene trabajando en bien del distrito, pero justificó el poco avance señalando que “todos somos una gestión nueva y es nuestra primera vez en política y vamos de a pocos”.