Pareciera que el gobierno se olvidó que el distrito de Incahuasi es parte de la región Lambayeque y que llevan toda una vida sumergidos por varios años en la extrema pobreza.

 

Mientras más abierta e intensa es la pelea legal entre el gobernador regional de Lambayeque Anselmo Lozano Centurión y los 10 consejeros regionales (dos de ellos nacidos en la provincia donde queda el colegio de Incahuasi), los docentes y escolares solo les piden unirse unos minutos para sentarse en estas aulas y vivan en carne propia lo que ellos tienen que ‘sortear’ a diario.

 

Días previos al Día del Maestro, La Industria llegó hasta la institución educativa Nº 104 del distrito altoandino de Incahuasi, donde se pudo constatar que 94 niños estudian hacinados por la falta de ambientes, pero además exponiendo sus vidas, puesto que desde hace años las intensas lluvias y fuertes vientos hicieron desaparecer el cerco perimétrico.

 

La directora Angélica Sánchez Céspedes, no solo hizo el llamado a las autoridades sino que expresó su malestar por el desinterés en que los niños desde tres años deben estudiar.

 

“Los padres emprendieron la faena y han colocado palos como cerco, pero eso no es seguro, estamos estudiando así, como ve, en este olvido”, comentó.

 

Explicó que el Gobierno solo edificó dos aulas y otras tres fueron construidas por los mismos padres, pero no están en las mejores condiciones, teniendo en cuenta que su construcción fue de manera rústica.

Las aulas tienen techos de calamina, que en cualquier momento son llevados por los vientos huracanados que se registran a cada momento.

 

Con el pasar de los años, los juegos se han oxidado y los padres también han logrado elaborar algunos con material de madera.

 

Les faltan juegos didácticos, cuentos, entre otros implementos importantes para el día a día y para que ellos también tengan calidad educativa que tienen los escolares de la costa, como ellos mismos refieren. Piden que estos textos deben ser también en idioma quechua, con el cual también se comunican.

 

“Son aulas construidas con techos de calamina, entendiéndose que en cualquier momento son llevadas por el viento y nos quedaremos a la intemperie. Si nos pudieran construir aulas, los niños y yo agradeceríamos”, aseveró.

 

 

Constantemente el rústico sistema de desagüe genera problemas, provocando la exposición de aguas servidas que contamina el medio ambiente.

 

El colegio cuenta con cinco docentes y una auxiliar, pero las profesoras no se dan abasto para atender a aulas de 30 a más niños, es por eso la necesidad de contar con auxiliares.

 

La profesora menciona que de manera formal ha solicitado a la municipalidad distrital y provincial, así como a la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) Ferreñafe, la designación de auxiliares, pero la respuesta siempre es negativa.

 

Las madres son monolingües y por lo general son ellas quienes están a cargo de sus hijos, es por eso que los pequeños crecen hablando el quechua, es en el colegio donde también aprenden a hablar y escribir en español.

 

Sus clases son dictadas en quechua y español, con el objetivo que no olviden su idioma original y que cuando salgan del distrito puedan comunicarse.

 

“Los padres sí hablan español desde siempre porque salen en busca de trabajo, pero las madres no, ellas se quedan en Incahuasi ocupándose de los quehaceres del hogar y a cuidar a los niños”, expresó.

 

La profesora refirió que en estos seis meses de gestión, no han recibido la visita ni del gobernador regional, ni de la alcaldesa provincial de Ferreñafe, Violeta Muro Mesones, por lo que hizo extensiva la invitación para que conozcan la zona andina y sus necesidades.