Es un mes el tiempo que los damnificados del albergue ‘Jesús es mi camino’ de Íllimo no cuentan con el servicio de agua potable, debido a que la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque (Epsel) decidió cortar el abastecimiento. Esta situación ha hecho que los necesitados recurran a comprar el líquido elemento para poder cocinar, y sumergirse en una acequia para bañarse y lavar su ropa.

 

“El agua potable fue cortada hace más de 20 días. Hasta hace un tiempo, traían baldes y bidones (con agua) para vendernos, pero hoy ya no sucede eso. Por ello, estamos recurriendo a los vecinos o familiares para que nos puedan regalar o vender (el líquido elemento) y poder cocinar”, manifestó Janeth Inoñán Domínguez, integrante del comité directivo del albergue.

 

“Para bañarnos tenemos que ir hasta la acequia. Aquí a diario se asean las más de 200 personas que aún viven en el albergue (46 familias). Los niños, para alistarse e ir al colegio, tienen que sumergirse, a pesar del peligro (…) Para lavar nuestra ropa o los platos, tenemos que recoger esa agua y llevarla a nuestros módulos”, agregó.

 

Inoñán Domínguez explicó que luego del corte del servicio, recurrieron al Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) de Lambayeque para que, mediante este ente, se pueda dotar de cisternas de agua potable a los albergados, pero la gestión no fue exitosa, pues los vehículos de Epsel solo llegaron en una oportunidad.

 

 

 

Por su parte, el encargado del área de Comunicación Social de Epsel, César Ayasta Mechán, confirmó que el corte del servicio se realizó hace un mes, y que, si es que los damnificados necesitan del agua potable, tendrán que pagar como cualquier otro usuario de la empresa proveedora.

 

“Lo que pasa es que los damnificados han estado haciendo uso del servicio mediante una conexión clandestina, y de eso se les notificó (…). Si ellos requieren del abastecimiento de agua potable, tendrían que registrarse como usuarios y pagar lo concerniente al servicio”, sostuvo.

 

Sobre la posibilidad de poder suministrar el agua de forma gratuita por su condición de necesitados, Ayasta Mechán refirió: “Si se va a ingresar de esa modalidad (gratis), lo mismo se hubiera hecho con los 12 pueblos jóvenes. La norma nos dice que la venta del agua se tiene que dar de todas formas”.

 

Finalmente, el representante de Epsel argumentó que para que concurran cisternas hasta el albergue, las gestiones las tendría que hacer Indeci.