Cultura
Publicado el Lunes, 11 de Marzo del 2019

Avelina Cruz y su arte en el tejido de cuatro estacas

Avelina Cruz en pleno trabajo de tejido de cuatro estacas.
Poco recuerda sobre las tardes interminables en Ocongate cuando, con la ayuda de sus hermanos y primos, corrían detrás de una oveja que se escapaba de la manada. Atrás, en los más profundos y desenfocados recuerdos, quedaron esas mañanas en que Avelina Cruz acariciaba el pelaje de las llamas, antes de arrearlas por las hermosas llanuras de Quispicanchi, Cusco.
 
La madrina de Avelina, Glaudiana Turpo, un poco guiada por la tradición familiar y otro poco guiada por la curiosidad, plantó las típicas cuatro estacas en el piso que son la base para el tejido tan conocido de Cusco: el tejido de cuatro estacas.
 
Con solo nueve años, Avelina sintió que por fin había conocido el propósito de su vida: ser tejedora. Aprendió a hilar, y poco a poco aprendió también a tejer con telar de cintura, observando ya no solamente a su madrina, sino también a sus tías.
 
“Al principio tejía para mi uso, utilicé lanas de oveja y también de las alpacas”, cuenta Avelina quien recuerda que su primera creación fue una frazada.
 
“Desde entonces me dediqué a la artesanía textil. Mi madrina empezó a enseñarme algunas iconografías sencillas, como la flor “pica-pica” y fui aprendiendo de menos a más, hasta dominar las principales figuras del arte de la provincia”.
 
A los 25 años, Avelina se mudó a Sicuani con su hija y, con el tiempo, experimentó una fusión de las tradiciones textiles de las provincias de Canchis y Quispicanchi, uniendo las iconografías típicas de Ocongate, como las grandes flores y las lagunas, con los colores más utilizados en Sicuani, principalmente los matices de rojo.
 
“El rojo es mi color favorito”, resalta. Sin embargo, se pueden apreciar colores tan diferentes en sus telas, como el negro, el azul y el blanco. Las iconografías que Avelina representa en cada tejido forman parte de su rica cosmovisión del mundo, al parecer, guiados por su pasado en el alejado pueblo cusqueño de Ocongate.
 

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