Compartimos el comentario al libro testimonial “Los niños del Führer”, en el que se narra la vida de una sobreviviente del proyecto Lebensborn.
La Segunda Guerra Mundial, en especial la insanía nazi, ha sido material para innumerables libros. “Los niños del Führer” ofrece un ángulo no tan difundido: el proyecto Lebensborn.
Este consistía en la crianza de niños que representaran los ideales de la raza aria. Las madres eran, muchas veces, jóvenes de países invadidos, a las que se les obligaba a tener relaciones sexuales con oficiales de la SS.
Estos niños eran raptados desde temprana edad y adoctrinados en el nazismo. Luego de la derrota alemana, estos niños quedaron desamparados.
Este es el caso de Kari Rosvall, quien da su testimonio en este libro. Ella no supo su origen hasta una edad avanzada. Cuenta todos los problemas que tuvo que enfrentar en Suecia por lo incierto de sus raíces. No obstante, su caso fue de los más afortunados.
El valor de este libro es conocer de primera fuente lo que significó para miles de niños –hoy ancianos o ya fallecidos– ser parte de un experimento delirante.
Un problema es perderse en los detalles íntimos y personales de la protagonista, que no aportan al tema central.