El volcán no solo es admirable cuando erupciona. También lo es cuando presume su firmeza y solidez. Los hijos del volcán más famoso del Perú dieron muestra de dicho ADN en la mismísima capital de Chile. Y es que Melgar de Arequipa mostró toda su fortaleza defensiva al empatar a cero contra la Universidad de Chile y clasificar así a la siguiente fase de la Copa Libertadores de América.
Los dirigidos por Jorge Pautasso empezaron el partido jugando como un equipo peruano debe jugar siempre en el exterior: de igual a igual. Con Sánchez, Arias y Cuesta muy participativos, y con un Carmona de temple sobria, los “Rojinegros” se hicieron sentir en el Nacional de Santiago. Sin embargo, la marea “azul” estuvo muy cerca de enfriar la lava de los “Leones del Sur”. Martínez, Henríquez y Ubilla aprovecharon los balones largos y profundos que provenían desde el mediocampo, los mismos que, afortunadamente, siempre encontraron primero la resistencia de Narváez y Villalba.
Eso sí, la insistencia desgastaría a los defensores, y cuando esto ocurre, la única esperanza lleva guantes en sus manos y acero en el alma. El espíritu de Carlos Cáceda se mantuvo inquebrantable de inicio a fin, sobre todo cuando tuvo que vérselas cara a cara con Aveldaño, quien no pudo ver
concretados sus anhelos tras la enorme atajada con la que el guardameta de la Selección Peruana detuvo su cabezazo a quemarropa.
La segunda mitad tuvo como dueño del partido a los locales, pero como propietarios de la solidez a la visita. La determinación defensiva de los hombres del “Dominó” volvió locos a los atacantes del “Romántico Viajero”; los mismos que sí erupcionaron de frustración tras el gol anulado por falta de Martínez sobre Cáceda en los momentos finales. Pero ni los seis minutos que añadió el juez ni el más grande de los estadios de Chile pudo contra el submonarca peruano.