Como parte del programa de control y erradicación de moscas de la fruta, el Ministerio de Agricultura y Riego, a través del Senasa, empezó la ejecución de lo dispuesto en más de 15 000 hectáreas de cultivos hortofrutícolas, en los valles de la región Áncash. Estas actividades están dirigidas a pequeños productores que cuentan con un máximo de 3 ha.

 

Es una importante puesta en marcha, porque la mosca de la fruta es una de las plagas más destructivas del mundo, constituyéndose en una gran amenaza para la producción. La proliferación de la plaga significaría una reducción en la cantidad de fruta cosechada, así como el aumento en los costos de producción y su limitación de acceso a mercados internacionales.

 

Para erradicar esta plaga, se dividió la región en 12 zonas de producción. En cada una de ellas se han implementado campañas que involucran etapas de prospección y monitoreo, supresión, erradicación y posterradicación.

 

La acciones consisten en el monitoreo de la plaga a través de una red de trampeo y muestreo de frutos, el control integrado mediante la colocación de cebos tóxicos y, finalmente, las acciones de monitoreo que se complementan con los trabajos de laboratorios de disección e identificación.

 

Esto ayudará a la exportación, puesto que el mercado extranjero demanda una gran calidad y por ello es necesario mejorar el estatus fitosanitario en cada zona productora.