Su función había sido la de emular el Más allá
Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia de la Ciudad de México han detectado la existencia de una cavidad y varios túneles debajo de la Pirámide de la Luna en Teotihuacán en México.
Teotihuacán fue una antigua ciudad mesoamericana, construida entre los siglos I y VII d. C. La ciudad se cambió en uno de los centros urbanos más grandes de las precolombinas de las Américas, con una población de alrededor de 125,000–200,000 habitantes y cubrió un área de 8895 acres.
La Pirámide de la Luna es la segunda pirámide más grande en Teotihuacán a una altura de 43 metros, que imita los contornos de la montaña Cerro Gordo (la primera es la del Sol, con 65 metros de altura). Se construyó sobre siete capas de pirámides consecutivas entre el año 100 y el 450 y se especificaron para realizar ceremonias y sacrificios rituales de humanos y animales.
Uno de los espacios más importantes de Teotihuacán es el que constituye esta pirámide y su plaza delantera, la Plaza de la Luna, con sus fundamentos y estructuras que componen todo el conjunto. Presenta una disposición estratégica dentro de todo el trazo urbano, ya que es el punto donde se inicia el eje principal de la ciudad, o lo que es lo mismo, la Calzada de los Muertos.
El equipo de especialistas aplicó varias técnicas geofísicas no invasivas que permitieron la identificación de un vacío correspondiente a una cavidad debajo de la estructura y algunos túneles de acceso. El objetivo principal de este estudio fue proporcionar pruebas contundentes sobre su existencia puesto que la cueva había sido hallada en 2018 y el primer túnel, en 2017.
Estos hallazgos confirmaron que los teotihuacanos reprodujeron el mismo patrón de túneles asociados a sus grandes monumentos, cuya función debió ser la emulación del inframundo.
Ya se habían encontrado previamente cuevas y túneles debajo de dos edificios importantes: la pirámide del Sol y las pirámides de Quetzalcóatl, probablemente dedicadas a ceremonias religiosas sobre el más allá, la fertilidad y la creación de la humanidad.
«El impacto histórico de este descubrimiento abre la discusión sobre el significado simbólico de esta pirámide y los orígenes de la planificación urbana de Teotihuacán», detallan los investigadores en el estudio, que se publica en el «Journal of Archaeological Science».