Ha pasado más de una semana desde que se enterró el cuerpo del padre de Pedro Guzmán Salazar en una fosa con agua contaminada en el distrito de Pátapo, pero aún no se lleva a cabo la exhumación del cadáver y las autoridades regionales han optado por no pronunciarse al respecto.

El hecho ocurrió el jueves 4 de junio, cuando su familia se dirigió al cementerio temporal que habilitó el municipio para la inhumación de fallecidos a causa del nuevo coronavirus en el sector Huaca Brava. “Es un ambiente terrible y el olor es insoportable. No se puede ni respirar”, contó el joven a La Industria.

Después de la denuncia pública que realizó Pedro Guzmán, un representante del Comando Regional de Operaciones Covid-19 Sipán, el alcalde distrital Juan Guevara Torres y demás funcionarios, firmaron un acta en la que se comprometieron a llevar a cabo la exhumación de los tres cadáveres que fueron enterrados hasta ese entonces.

Asimismo, el primer vecino de Pátapo subrayó que el municipio construiría nichos de material noble y mejoraría la infraestructura del cementerio temporal para evitar que el agua ingrese a las fosas. De acuerdo al acta, todas estas acciones debieron cumplirse el miércoles 10 de junio.