Cultura
Publicado el Martes, 09 de Junio del 2020

Tras la pista del «Cid irlandés»

Arqueólogos buscan los restos de Hugh O’Donnell, el histórico líder irlandés que encabezó la rebelión de Irlanda contra el gobierno de Isabel I a mediados del siglo XVI.
Concluidos los trabajos a pie de calle, los arqueólogos se afanan ahora en dar en el laboratorio con «Red» Hugh O’Donnell, un histórico líder de un clan irlandés enterrado en un convento desaparecido en Valladolid
Dar con los restos de Hugh O’Donnell, el histórico líder irlandés que encabezó la rebelión de Irlanda contra el gobierno de Isabel I a mediados del siglo XVI. Ese ha sido el empeño que ha convertido una céntrica calle vallisoletana en un improvisado yacimiento arqueológico durante las tres últimas semanas. Acabada la excavación el pasado miércoles, los trabajos continuarán en las próximas semanas en el laboratorio, donde se hará un análisis antropológico de los huesos encontrados con el fin de documentarlos.
Todo comenzó hace un año de modo casual. Recuerda el arquitecto Carlos Burón que un irlandés llamado Brendan Rohan se desvió del Camino de Santiago para saber algo más sobre el lugar en el que había sido enterrado su compatriota. Sólo pudo ver la placa que recuerda al histórico irlandés en un callejón, así que se dirigió al Ayuntamiento pensando que podría obtener más pistas del lugar aproximado donde estaba enterrado el histórico líder. Allí le pusieron en contacto con Juan Carlos Urueña, coautor junto al propio Burón de un riguroso estudio publicado hace tiempo sobre el Valladolid desaparecido.
Allí estuvo la
tumba de Colón
No queda ni rastro del Convento de San Francisco, demolido en 1836 como consecuencia de la desamortización y en una de cuyas capillas nobles se cree que pudo ser enterrado O’Donnell, según una biografía escrita en gaélico por su primo en 1617. Los investigadores se animaron a reconstruir la planta del monasterio a partir de un mapa muy esquemático de 1810 y superponerlo en el plano del Valladolid actual. El objetivo era determinar el lugar exacto donde se encontraba cada uno de los espacios del convento, entre ellos la citada capilla, donde también recibió sepultura Cristóbal Colón antes de que sus restos fueran trasladados a Sevilla y donde se cree que estaba el famoso líder irlandés.
Cuando el alcalde Óscar Puente anunció las obras de peatonalización de la calle Constitución, bajo la que podía estar la conocida como Capilla de las Maravillas, Urueña y Burón plantearon al Consistorio el proyecto de excavación, explica Carlos Burgos, presidente de la Asociación Hispano-Irish, nacida hace 12 años para indagar la épica historia de O’Donnell, al que se conoce como el «Cid irlandés».
¿Y por qué este histórico personaje de la isla esmeralda acabó enterrado en Valladolid? El líder del clan de los O’Donnell decidió viajar a España -recuerda Burgos- para pedir apoyo a Felipe III, instalado entonces con la corte en Valladolid, frente a la invasión de los ingleses. No era la primera vez que los españoles se ponían del lado de los irlandeses, ya que las tropas de su padre Felipe II habían participado ya en la protección de la isla. El encuentro con el monarca español finalmente se frustró, ya que o’Donnell murió por unas fiebres -oficialmente, ya que otras teorías apuntan a un envenenamiento- mientras estaba hospedado en el Castillo de Simancas. Felipe III, recordando el respeto que su padre tuvo por los irlandeses, ordenó que le enterraran con honores reales en el Convento de San Francisco, cumpliendo su voluntad y por la relación de la familia con los franciscanos -su madre había fundado la abadía de la orden en Irlanda del Norte-.
Los muros
de la capilla
El pasado 18 de mayo comenzaron las excavaciones concluidas esta semana. Los arqueólogos han mostrado cierta sorpresa porque dieron en los primeros días con los que «casi con toda rotundidad» fueron los muros este y oeste de la citada capilla, explica Olatz Villanueva, experta en arqueología urbana. No fue una tarea sencilla -comenzaron en plena fase 0 de la desescalada del Covid-19-, puesto que encontraron en el primer nivel ciertas «intrusiones de época contemporánea que habían alterado el suelo».
Finalmente dieron con varios enterramientos, algunos de ellos correspondientes a osarios y una decena de sepulturas con fosa y que en dos casos conservaban madera de los féretros.
 
 

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