Allá en el fondo del mar
vi cantar a una sirena
con sentimiento, con pena
que no lo puedo olvidar.
Me fui con un pescador
mar afuera, navegando;
mientras él iba pescando
yo miré a su alrededor
y escúchenme sin temor
lo que les quiero contar,
pues les voy a relatar
con algo de fantasía
lo que esa tarde veía
ALLÁ EN EL FONDO DEL MAR.
Luego viene la batea
bailando con un atún
un sofocante “tun-tun”
que menea y que menea,
y sin que nadie lo vea
un carretero en la arena
en conversación amena
le cuenta a la caracol
los fracasos de su amor
CON SENTIMIENTO, CON PENA.
Yo he visto una cojinova
del brazo con un robalo;
cantando estaba un escualo
un valsecito de moda;
un tiburón se acomoda
a dar un concierto’e quena,
un congrio y una morena
lo acompañan con guitarra
y en medio de tanta farra
VI CANTAR UNA SIRENA.
Yo he visto al jurel y al mero
disputarse una cachema,
y vi una enorme ballena
besándose con un suco;
molesto un celoso pulpo
reclama a la calamar
que deje de coquetear
con un apuesto tramboyo;
un huayno, cantaba el toyo
QUE NO LO PUEDO OLVIDAR