Este 2020 será el último año en el que la Copa Perú otorgue un boleto directo a la primera división, por lo que las escuadras con mayor historia se juegan sus últimas cartas de cara a avanzar hasta las últimas fases y alcanzar la gloria. Por un lado, por el norte se encuentra el Torino de Talara, cuadro que intentará acabar con la sequía de títulos que padece y volver así a la máxima categoría.
En el departamento de Áncash, el José Gálvez, Sport Áncash y el mismo Sipesa aspiran por hacerse un lugar en la presente Copa Perú. Estas escuadras llevan años sin poder ser protagonistas de este tradicional campeonato. Pero no son las únicas ya que por el sur se encuentra el Octavio Espinosa de Ica, equipo que quiere mejorar lo hecho en el 2019, donde los problemas económicos complicaron sus chances de avanzar y sorprender al Credicoop San Cristóbal de Moquegua.
Arequipa, por su parte, es uno de los departamentos que más equipos tradicionales tiene en competencia, ya que en tierras characatas aspiran por avanzar Los cuadros de Aurora, Sportivo Huracán y White Star. En tanto que en Tacna se encuentra el tradicional Coronel Bolognesi. Mientras que en el Cusco la confianza seguirá estando depositada en el Deportivo Garcilaso, que tiene aún una deuda pendiente en la Copa Perú, luego de invertir mucho dinero, y no obtener resultados. Situación parecida es la del Alfonso Ugarte de Puno y el ADT de Tarma.
En Abancay el más tradicional es el Miguel Grau, que en el 2019 quedó con una espina clavada al haber sido eliminado administrativamente. Mientras que en el centro del Perú, el León de Huánuco buscará rugir otra vez en el ‘torneo del fútbol macho’. En la selva peruana, por su parte, el Unión Tarapoto intentará hacer realidad su sueño de jugar en la máxima categoría, al igual que el Deportivo Maldonado en Madre de Dios.
Por último, en lo que respecta a la región Lima, en Cañete cuentan con el Walter Ormeño para representar al sur, mientras que por el norte están el Defensor Laure Sur y el Venus de Huacho.