Cultura
Publicado el Viernes, 20 de Diciembre del 2019

Un museo inclusivo, participativo y democrático

“Los niños aprenden y nos enseñan a nosotros”, acotó Bernarda.
El Museo de Sitio de Túcume, además de contribuir al cuidado del medio ambiente, se caracteriza por promover la inclusión social a través del arte y el patrimonio cultural. Su directora, Bernarda Delgado Elías señaló que en la actualidad están trabajando con unos 20 niños con habilidades diferentes.
 
“Los hemos incluido en las actividades y están participando en todos los talleres que desarrollamos con una energía y entusiasmo únicos. Aprenden y nos enseñan a nosotros”, acotó a La Industria.
 
En ese sentido, mencionó que un grupo de infantes viaja todas las semanas desde Íllimo hasta el distrito de Túcume. Asimismo, en una de las comunidades aledañas al recinto, vive un menor que presenta problemas auditivos y de comunicación. Con este último trabajan desde hace seis años.
 
“Son niños que tienen una oportunidad para desarrollar otras habilidades que nosotros no tenemos”, (pero es importante recalcar que), “también tenemos pequeños que presentan problemas de disciplina por venir de familias disfuncionales. Ahí (en el museo) ven la oportunidad de ser queridos, recibidos y considerados, y ellos están cambiando este pequeño impase de la vida”, añadió.
 
Delgado Elías nos contó que estos resultados lo están logrando a través del arte y la cultura ambiental, en lo que refiere a elaboración de máscaras, sembrío de plantas y el cuidado del agua.
“El museo tiene que ser totalmente inclusivo, participativo y democrático. Un espacio de cohesión social; donde todas las disciplinas se puedan incorporar. Entonces, tiene que ser dinámico”, expresó.
 
PROGRAMA EDUCATIVO
La directora del Museo de Sitio de Túcume, sostuvo que su programa educativo lo desarrollan durante todo el año, desde que inicia la etapa escolar hasta que finaliza. Se lleva a cabo durante todo el día y los niños del distrito pueden acceder totalmente gratis.
 
Se ofrecen talleres de ecología, patrimonio, comunicación y artesanía. Los infantes tienen la oportunidad de aprender de cada una de las áreas. Bernarda Delgado, precisó que por esta facilidad, incluso hay instituciones educativas de la comunidad que los visitan de manera constante e íntegra.
 
Manifestó que en los últimos ocho años, por lo menos once mil pequeños han participado del programa educativo. Y aunque en la actualidad, solo cuentan con 20 menores con habilidades diferentes, en el futuro esperan incluir a más.
 
Para ello, “necesitamos tener especialistas, porque nosotros les damos mucho amor, pero debemos contar con profesionales en la materia para que les atiendan bien. En ese camino estamos”, acotó.
 
FORMAR VALORES
Uno de los objetivos que tienen con el proyecto educativo es fortalecer diversos valores de los niños, como el respetarse unos a otros, quererse, compartir, decir la verdad, saludar, entre otros. Todo ello, a partir del uso de su patrimonio cultual.
 
“El patrimonio es una herramienta que te ayuda a fomentar una serie de valores, a amar la naturaleza, cuidar el agua, a no arrojar basura en las calles”, explicó Bernarda Delgado y motivó a los directores de los museos de Lambayeque a continuar innovando.
 

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