Desde la Cumbre de Minsk no se ha avanzado prácticamente nada hacia la paz o muy poco. Los únicos progresos palpables son un intercambio de prisioneros incompleto y la devolución a Ucrania de los tres buques apresados
Después de casi cinco años desde que se celebró la última reunión a alto nivel el Cuarteto de Normandía (Alemania, Francia, Rusia y Ucrania), los líderes de estos cuatro países, Angela Merkel, Emmanuel Macron, Vladímir Putin y Volodímir Zelenski, vuelven a encontrarse para hablar del conflicto en Donbass. Entonces fue en Minsk, el 11 y 12 de febrero de 2015, cuando se firmaron los acuerdos de Paz, ahora en París.
En estos cuatro años y 10 meses transcurridos desde la Cumbre de Minsk no se ha avanzado prácticamente nada hacia la paz o muy poco. Los únicos progresos palpables se han producido en las últimas semanas: un intercambio de prisioneros incompleto en septiembre y luego en noviembre la devolución a Ucrania de los tres buques apresados por fuerzas rusas el 25 de noviembre de 2018 en el estrecho de Kercch y un tímido repliegue de fuerzas por ambas partes en la línea de frente. De ahí que todas las esperanzas estén ahora puestas en la cumbre de hoy en la capital francesa.
Hay dos factores que han posibilitado que el Cuarteto de Normandía, cuyo nombre se debe a que fue en ésa región francesa en donde mantuvieron el primer encuentro, el 6 de junio de 2014, con motivo del 70 aniversario del desembarco aliado, se reúna otra vez ahora.
La primera el cambio en la cúpula ucraniana, con la llegada al poder en mayo de Zelenski en sustitución de Petró Poroshenko, y la segunda el deseo declarado de Macron de que se resuelva el conflicto en el este de Ucrania y la Unión Europea normalice las relaciones con Moscú.