Un recluta de 20 años apellidado Shamsutdínov y supuestamente en estado de embriaguez abrió fuego este viernes contra un oficial, el capitán Evséyev, y después, cuando el resto de los militares que allí se encontraban se echaron cuerpo a tierra para ponerse a salvo, los mató estando tendidos en el suelo.
Según varios canales rusos de Telegram, el agresor fue reducido por militares del destacamento y, durante el interrogatorio, aseguró no estar arrepentido en absoluto de su actuación. Todo indica que fue víctima de acoso y trato vejatorio.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa ruso lo niega y explica su compartimiento afirmando que “sufrió una crisis de nervios por motivos personales no vinculadas a su servicio en el Ejército”. Se ha abierto causa penal contra Shamsutdínov y enviado a la base militar una comisión de investigación para esclarecer en detalle lo sucedido.
Este tipo de situaciones no son muy frecuentes en las tropas rusas, pero se repiten de vez en cuando y parecen tener siempre como contexto la brutalidad del trato a los reclutas, algo mucho más frecuente, incluidas las humillantes novatadas que padecen.