Hace 37 años, el francés Roberto Clemente junto con su novia alemana Bárbara Rothfuss, mochileaban por Sudamérica, como un peregrinaje por las distintas playas del litoral. En una de las tantas paradas, llegaron hasta la provincia de Cajabamba, Cajamarca, y es allí que Bárbara, quien estaba en las últimas semanas de un embarazo sin complicaciones, empezó a sentir las clásicas contracciones que anunciaban la llegada de quien días después sería Benoit Clemente Rothfuss, más conocido como “Piccolo” Clemente, bicampeón mundial de surf.
‘Piccolo’ y sus padres se mudaron al balneario de Huanchaco donde levantaron un pequeño restaurante del cual no se han podido desligar hasta hoy. “Huanchaco es una de mis playas favoritas. Allí montaba un Caballito de Totora y lanzaba el cordel para pescar junto con mis amigos”, recuerda el surfista para Andina.
UN DEPORTISTA DE CUNA
Empezó con el deporte a los 7 años. A los 12 ganó su primer campeonato, para luego viajar a Lima y perfeccionar su estilo hasta que en el 2012, clasificó a la Primera División de Tabla Larga. Solo tuvo que pasar un año en esa categoría, para poder convertirse en campeón mundial en la legendaria China para luego revalidarla en su natal Huanchaco, dos años después.
“He podido representar al Perú en distintos países del mundo y puedo decir que tenemos, en nuestro litoral, muy buenas playas donde también se puede practicar el surf sin ningún problema, como las playas de Huanchaco, Helio, Chicama, Máncora, Lobitos, Los Órganos, La Costa Verde de Lima y Punta Rocas donde se juegan los Juegos Panamericanos de Lima 2019”, menciona nuestro bicampeón mundial.
“En Perú, cuando era pequeño, mis referentes eran Roberto Meza, Chalo Espejo, Martín Jerí, a ellos siempre los he seguido y en la actualidad hay muchos deportistas de talla mundial y yo feliz de formar parte de uno de ellos”, asegura.
MI VIDA ESTÁ LIGADA AL MAR
El surf es un deporte de prueba para las Olimpiadas. Por esta razón, es muy probable que sea por fin un deporte olímpico recién para París 2024. “Para mí, el surf es estar en contacto con la naturaleza, me gusta mucho cuidar el medio ambiente. Ahora que el mar está muy contaminado con el plástico, trato de impulsar estos valores de no contaminar, de cuidar, de usar cosas recicladas, y todo eso se lo trato de inculcar a mi hijo”, afirma.
“Piccolo” estudió Administración y trabajó en una empresa de telefonía, pero ambas cosas pertenecen al pasado, ya que ahora es dueño de su propia marca de tablas que son usadas por muchos surfistas en competencias internacionales. Nuestro bicampeón mundial es de esas personas que se dejan llevar por las olas, como hace 37 años sus padres se dejaron llevar por la marea y, sin planificarlo, se quedaron en nuestro país para siempre. Y así está “Piccolo” Clemente sobre su longboard: viendo hacia donde lo lleva la corriente.