Educación
Publicado el Martes, 09 de Julio del 2019

Al rescate de la tradición oral de Pampa grande

Alrededor de la existencia de La Fortaleza, el pueblo de Pampa Grande tiene variedad de relatos orales que los niños y jóvenes escuchamos de boca de nuestros padres y abuelos, como la de los patitos de oro que nos comentó don Enrique Requena Yovera.
Corresponsal escolar: Jonatan David López Gonzáles.– Soy un niño habitante del centro poblado Pampa Grande y estudiante en el colegio José Jiménez Borja. Mi pueblo es un lugar de gran riqueza cultural Mochica, considerado sitio arqueológico que tiene 18 huacas y otras estructuras relacionadas. La principal huaca se le denomina La Fortaleza, de la que todos los pampagrandinos estamos orgullosos, pero que falta apoyo de nuestro gobierno para su conservación.
 
En este lugar, en 1925, se encontraron por casualidad, siete leoncillos de oro símbolo de nuestra arqueología; los mismos que estaban dentro de un fardo funerario.
 
Motivado por conocer más acerca de este lugar, realizamos una entrevista a don Enrique Requena Yovera, vecino conocedor de estas fantásticas narraciones. Al presentarme como corresponsal escolar del Diario La Industria, don Enrique, gustosamente me abrió las puertas de su casa y empezamos a conversar.
 
-Don Enrique, ¿los relatos que escuchamos son propios de Pampa Grande? De Pampa Grande existen muchos relatos que son propios pero que aún están inéditos. Justamente, desde hace pocos días nuestra municipalidad, se está interesando por conocer la creación, historia del pueblo, relatos y está haciendo un gran proyecto para conocer a fondo todo esto con gente mayor de ochenta años con la posibilidad de recopilar información y publicarlos posteriormente.
 
-¿Me podría narrar alguno? Pampa Grande se forma a través de la creación de una hacienda azucarera y los primeros dueños fueron los señores Baca, luego llegaron los Piedra y formaron la industria azucarera Pomalca. Desde su formación se cuentan historias como la yunta que sale a la media noche, la llorona, los patitos de oro, entre otros.
 

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