Personal de la Contraloría detectó serias irregularidades en el centro médico de Cayaltí, el cual pertenece a la Red de EsSalud. Dichas deficiencias generan riesgo que los pacientes del servicio de consulta externa y emergencia no cuenten con un diagnóstico oportuno para su tratamiento.

 

Según el informe de la Contraloría, el consultorio del Programa de Prevención y Control de Tuberculosis, no cuenta con ambientes distribuidos y diferenciados, los que además de afectar la calidad del servicio que brinda la institución, genera riesgo de contagio a otros pacientes y de vulnerar su privacidad.

 

Dicho consultorio, no presenta una distribución y/o división de áreas diferenciadas con biombos o mamparas, por cuanto en el mismo ambiente se realiza también el control de enfermería del paciente y el consumo de sus alimentos, así como se expone la privacidad del paciente en cada consulta médica. Además, la Contraloría ha identificado deficiencias en su infraestructura, tales como: la pared y piso no son de superficie lisa, limitando la limpieza y favoreciéndose la acumulación de agentes bacterianos y polvo.

 

Los muros no están tarrajeados ni pintados con material no tóxico y lavable. No cuenta con puertas y separadores de ambientes que garanticen la privacidad del paciente en el acto médico.

 

No cuenta con sistema de ventilación cruzada para disipar los posibles focos de infección acumulados. La ubicación física colinda con el área de emergencia, donde acuden pacientes con inmunodeficiencias.

 

Asimismo, otra deficiencia detectada es que el electrocardiógrafo portátil y monitor de funciones vitales se encuentran inoperativos por falta de repuestos, lo que genera el riesgo que los pacientes de los servicios de consulta externa y emergencia no cuenten con diagnóstico oportuno para su tratamiento.

 

Según Contraloría, en el servicio de consulta externa y emergencia se aprecia que dos equipos biomédicos, el electrocardiógrafo portátil y uno de los monitores de funciones vitales se encuentran inoperativos por falta de repuestos.

 

El director de este centro médico informó que el electrocardiógrafo se encuentra inoperativo desde el año 2017, por los que gestionó con directores de otros centros médicos cercanos (Oyotún y Úcupe), el préstamo de un equipo similar para la atención de pacientes, y en el caso del monitor de funciones vitales, por su antigüedad, indicó que se ya se encuentra de baja y para su reposición.