Hoy es un día en el que nuestra Nación, abre sus ojos, su mente, su corazón para solidarizarse con miles de seres humanos como nosotros, pero que nacieron con una condición especial: el TEA, es decir el Trastorno de Espectro Autista. En este día queremos celebrar la valentía de madres y padres que ponen alma, vida y corazón por brindarle a sus hijos e hijas las herramientas que les permitan aprender a convivir con sus congéneres en la Tierra. Hoy 2 de abril, queremos compartir información sobre esta condición propia de personas sensibles que abren su corazón para ser aceptadas, comprendidas y acompañadas en su paso por este caminar de la vida.

 

 

Según, el CONADIS, etimológicamente, el termino Autismo, proviene de la palabra griega Autós, que significa “propio”, “uno mismo”. El autismo es un síndrome (conjunto de anomalías), no es una enfermedad, es un trastorno complejo que afecta las esferas neurobiológicas, limitando la capacidad de comunicarse y desarrollar relaciones sociales. Este trastorno puede permanecer toda la vida. Es parte de un grupo de Trastornos conocidos como Trastornos del Espectro Autista (TEA).

 

Este se suele diagnosticar a partir de los 3 años, aunque actualmente se puede detectar e iniciar programas que le permitan un mejor pronóstico y evolución a partir de los 3 meses de vida.

 

 

 

Actualmente el nivel de incidencia está en aumento sin quedar claro por un aumento real de casos o simplemente a mejores aportes y evolución para realizar un diagnóstico adecuado. Las cifras reportan que 1 de cada 100 personas es diagnosticada con este trastorno. Mencionando también que es 4 veces más frecuente en los niños que en las niñas y se presenta en cualquier grupo racial, étnico y social.

 

Oficialmente Perú no reporta cifras oficiales debido a que el censo no especificó tipo de discapacidad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) por cada 10,000 no adultos puede haber hasta 21 autistas. Y uno de los últimos estudios realizados por el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta de Estados Unidos, informó que por cada 88 niños y niñas existe un caso de Autismo.

 

 

Las características son variadas y difieren en cada persona y los síntomas pueden oscilar desde leves hasta muy severos. Sin embargo, se puede mencionar las siguientes características: lenguaje nulo, limitado o lo tenía y dejó de hablar; presenta Ecolalia, es decir: repite lo mismo o lo que escucha; pareciera que no escuchara, no responde ni a su nombre; manifiesta obsesión por los objetos. Frente a los juguetes no muestra interés y/o hace uso inadecuado de los mismos; hay tendencia a poner en fila los objetos o apilarlos continuamente; no mantiene contacto visual; difícilmente juega y socializa con los demás niños (as); muestra total desinterés por su entorno; no obedece indicaciones ni sigue instrucciones; evitando el contacto físico y difícilmente manifiesta su cariño; para pedir algo tiende a tomar la mano de alguien y dirigirla hacia lo que desea y/o necesita.

 

 

Las características siempre serán distintas, lo que quiere decir no hay dos niños con autismo iguales, pero si se observan 3 o más características mencionadas anteriormente, debe acudir inmediatamente a realizar una Detección Temprana seguida de una evaluación integral que confirme el diagnóstico.

 

Actualmente no se ha determinado científicamente cuales son las causas que originan y determinan este trastorno. Pese a que cada año se realizan diferentes investigaciones, estudios a nivel mundial sin que ninguno a la fecha brinde datos exactos y confiables.

 

Desafortunadamente, a la fecha no existe una cura y/o tratamiento efectivo para combatir y/o eliminar el trastorno de Autismo. Lo que se menciona con gran acierto son los Programas de Intervención Temprana orientados en la temática y que sin lugar a dudas ayudan a mejorar la calidad de vida de la persona con este diagnóstico.

 

 

Muchos padres y madres pasan por un proceso difícil de aceptación ante el diagnóstico de un hijo con TEA; más el amor por él, los lleva a trabajar en equipo buscando las terapias y escuela que le sean más apropiados para el desarrollo del niño.

 

La esperanza surge cuando en el caminar de la familia, en la escuela se encuentran con maestros y maestras de vocación que asumen la titánica tarea de unir a su niño al aula, para enseñarle a convivir armónicamente con sus pares y viceversa. En el mundo todos somos parte de él, somos importantes y unos a otros nos necesitamos para compartir la vida.