La Razón (Bolivia).– El dirigente indígena costarricense Sergio Rojas, un defensor de los territorios autóctonos que contaba con medidas cautelares de la CIDH, fue asesinado a tiros por desconocidos en su casa, informaron este martes organizaciones indígenas y el gobierno.
Rojas, de la etnia bribri, fue ultimado a tiros la noche del lunes en su hogar de la comunidad de Yery, ubicada en el territorio indígena de Salitre, en el sur de Costa Rica, informó el Frente Nacional de Pueblos Indígenas (Frenapi), del cual él era integrante.
“Condenamos y repudiamos en todos sus extremos este acto de violencia contra la vida de este líder indígena. Este es un día trágico para el pueblo bribri, para los pueblos indígenas y para todo Costa Rica”, declaró el presidente Carlos Alvarado al leer un comunicado.
“Manifestamos nuestro dolor e indignación a los familiares y a todo el pueblo bribri. Hacemos un vehemente llamado a la paz y al diálogo como mecanismo para resolver los conflictos”, agregó el mandatario.
Lucha por la tierra
El líder, que contaba con medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), era un activo defensor de la recuperación de tierras indígenas en manos de grandes agricultores y había enfrentado varias amenazas de muerte desde 2015, según Frenapi.
La organización indígena reclamó que “a pesar de estas medidas internacionales que buscaban la protección (de los poblados indígenas de la zona), el Estado costarricense nunca tuvo la voluntad de aplicarlas”.
En el mismo tono, la Defensoría de los Habitantes destacó que el Estado ha sido omiso en el resguardo de los territorios indígenas del sur de Costa Rica, que incluyen Salitre y Broran de Térraba, ambos con medidas cautelares de la CIDH.
“Ante la escasa efectividad de las acciones gubernamentales, las personas indígenas decidieron recuperar las tierras por cuenta propia, quedando expuestos a discriminaciones, ofensas, agresiones y ahora al asesinato”, señaló la defensoría en un comunicado.
La entidad se refirió a Rojas como “un defensor de derechos indígenas abocado a la recuperación de sus tierras y de su cultura bribri. Su abrazo fuerte, su sonrisa sincera y sus palabras vehementes lo caracterizaban como un líder”.
La fiscalía anunció que conformó un equipo especial con agentes especializados en homicidios y en asuntos indígenas para investigar el caso.
Esta dependencia “fue enfática en garantizar que se dispondrá de los recursos necesarios para establecer el móvil de los hechos, así como identificar y procesar a las personas responsables de cometer el ilícito”, dijo la entidad en un comunicado.
Las organizaciones indígenas responsabilizaron al gobierno actual y los anteriores por el asesinato, “por no cumplir con su obligación de garantizar la integridad física y territorial de los pueblos originarios de Costa Rica”.
Alvarado dijo que pidió al Ministerio de Seguridad Pública apoyar a la policía judicial para esclarecer el asesinato “lo más pronto posible” y anunció el refuerzo de la seguridad en la zona, en especial para la familia de Rojas.