Una declaración que contrasta con su escepticismo inicial donde criticaba a los expertos que recomiendan su uso y resistencia a ser visto con ella en público
Donald Trump defiende ahora que llevar mascarilla es un gesto «patriótico», después de meses criticando a los expertos que recomiendan su uso y resistencia a ser visto con ella en público. Una declaración que contrasta con su escepticismo inicial y que apuntan a un cambio de estrategia por parte del mandatario ante el despliegue en las encuestas que confirman la brecha entre Trump y su rival para la reelección, la demócrata Joe Biden.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en sus siglas en inglés) recomendarán a todos los estadounidenses el uso de mascarilla a principios de abril. Sin embargo, Trump dijo entonces: «Yo no me la voy a poner», al tiempo que determinó que «llevar una mascarilla cuando saludo a presidentes, primeros ministros, dictadores, reyes, reinas ... No lo veo». Ahora el presidente de EE.UU. ha rectificado y ha dicho por su cuenta de Twitter: «Estamos unidos en nuestro esfuerzo para vencer al virus invisible de China y mucha gente dice que es patriótico llevar a cabo una mascarilla cuando no puedes hacer distanciamiento social. ¡No hay nadie más patriótico que yo, su presidente favorito! ».
El mandatario, que ha culpado a Pekín del coronavirus, acompañó su mensaje con una foto en blanco y negro en la que aparece con el rostro cubierto con una mascarilla. La foto corresponde a la visita que realizó Trump al hospital militar Walter Reed, a las afueras de Washington, el pasado 11 de julio y donde apareció en público con el rostro cubierto por primera vez desde el inicio de la pandemia.
El mandatario requerido ahí que las mascarillas «tienen un momento y un lugar adecuado» y que accedió a ponérsela debido a lo que visitó era un hospital, pero no aclaró si iba a seguir llevándola en otras circunstancias.
Trump ha recibido críticas por resistirse a llevar a cabo un cobertor facial para dar un ejemplo a muchos de sus seguidores, que considera que cuando se les obliga a llevar a cabo está violando su libertad individual. Según informes de prensa, el presidente dijo en marzo a sus asesores que llevan a cabo la mascarilla podría «dar una imagen de debilidad», y algunos analistas creen que su reticencia a ponérsela tiene que ver con una idea mal entendida de la masculinidad.
En términos absolutos, EE.UU. sigue siendo el país del mundo más afectado por la pandemia con más de más de 3,8 millones de casos y más de 140.800 fallecidos, según el receptor independiente de la Universidad Johns Hopkins. Los casos se han multiplicado en las últimas semanas en los estados del sur y oeste, donde algunos hospitales están al límite de su capacidad.
Al comienzo de la pandemia, el mandatario y otros miembros del Gobierno ofrecieron conferencias de prensa diarias para informar sobre el virus, pero esos eventos se interrumpieron hace tres meses cuando algunos estados actuales se reactivan.
