Presnel Kimpembe (53) y Kylian Mbappé (60) fueron los autores de los goles del PSG, que afrontará con esa ventaja el partido de vuelta de octavos de final en el Parque de los Príncipes el próximo 6 de marzo.
En una gran segunda parte, los franceses rompieron el partido con dos goles, pero el equipo de Thomas Tuchel tuvo, incluso, ocasiones para sentenciar la eliminatoria.
Es la primera derrota de la era de Ole Gunnar Solskjaer en el banquillo del United, que además pierde para la vuelta en París a Paul Pogba, expulsado en los minutos finales por doble amarilla (89).
Si el United tiene alguna posibilidad de voltear la eliminatoria en Francia, debe agradecérselo a David de Gea, que con sus atajadas salvó al equipo inglés.
En cambio, cuando parecía que el PSG lo tenía todo en contra, con las bajas de dos de sus grandes estrellas, Neymar y Edinson Cavani, el equipo francés dio un golpe de autoridad y presentó candidatura al título europeo.
Manda en casa
En otro encuentro, Roma derrotó 2-1 a Porto por la ida de los octavos de final de la Champions. Nicolo Zaniolo fue clave en el cuadro italiano al romper la paridad con un doblete en el Olímpico.
Roma, semifinalista el año pasado en Champions, estuvo por delante 2-0 gracias a un doblete del joven Zaniolo, pero Adrián López logró recoger un rebote en el área rival y empujar el balón entre las mallas para amargar la noche romanista.
El gol del delantero español, unido a una buena prestación del meta Iker Casillas, que realizó dos grandes paradas, una de ellas en el último minuto, matizaron una noche difícil para el Porto, que se encomendará al Do Dragao para remontar.
Antes del comienzo del cruce, las dos plantillas se juntaron en el centro del campo para respetar un minuto de silencio en honor al delantero argentino Emiliano Sala, trágicamente fallecido a los 28 años en un accidente aéreo mientras cruzaba el Canal de la Mancha.
Tras un largo aplauso dedicado por los 55.000 aficionados del Olímpico a Sala, los dos conjuntos dieron vida a un encuentro muy táctico en la primera mitad, tal y como sugerían las dos “abrigadas” alineaciones.
