Innumerables fines de semana inmersa entre libros y fórmulas, así como horas sustraídas al sueño y la diversión, incluso lejos de quienes más ama, son algunos de los ingredientes con los que Carol Flores Fernández se abrió camino en el exigente mundo de la excelencia académica.
Con 28 años, esta joven trujillana iniciará dentro de poco un doctorado en Ingeniería Bioquímica en el University College del Reino Unido, tras haber sido ganadora de la Beca Presidente de la República, otorgada por el Estado a través del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación (Minedu).
El amor de Carol por la química nació de la mano de su admiración por la naturaleza en Santiago de Challas, un apacible pueblo de la provincia de Pataz, en la región La Libertad.
Allí, rodeada de paisajes en los que parecía que el tiempo se había detenido, Carol halló en el campo su cómplice ideal para estudiar.
“Lo que muchos lo tomaban como desventaja, yo lo vi como una oportunidad. Había tanta calma que solo me dedicaba a estudiar y nadie me distraía. Tenía árboles y arbustos que disfrutaba contemplar”, recuerda.
A lo largo de todo el colegio, Carol obtuvo el primer puesto en el cuadro de mérito, lo que la llevó a ganar su primer galardón: una beca de excelencia para estudiar en la Universidad Nacional de Trujillo.
Sin embargo, a sus escasos 16 años, ella ya había puesto los ojos en San Marcos, en Lima, y se hizo con el propósito de ingresar a la Decana de América.
Tras superar un periodo de adaptación, pues los paisajes urbanos de Lima distan mucho de los que Carol había conocido hasta entonces, ella no solo ingresó a la universidad de sus sueños, sino que terminó sus estudios de pregrado en la Facultad de Farmacia y Bioquímica.
Convencida de que podía afianzar su carrera, decidió postular a la más reciente convocatoria para la Beca Presidente de la República, que brinda a jóvenes talentosos con limitados escasos recursos económicos la posibilidad de seguir estudios de postgrado en las más prestigiosas universidades del mundo.
Mientras deja todo listo para su viaje, previsto para este mes, Carol disfruta el tiempo con su familia, a la que dejará de ver durante los cuatro años que estudiará en Londres.