Promotores campesinos protestaron en Chiclayo por líquido contaminado con metales y minerales pesados.

En el contexto del Día Mundial del Agua, los monitores y vigilantes ambientales de las regiones nororientales realizaron un ‘plantón’ en la plazuela Elías Aguirre, con la intención de dar a conocer los graves riesgos que enfrenta el país y sus ciudadanos debido a que el agua está cada vez más contaminada por metales pesados.

Durante la protesta, la ambientalista Sara Guerrero pidió reflexionar frente a las presiones de la megaminería en proyectos como Conga, La Arena y La Granja, debido a la gran contaminación de cabeceras de cuencas de ríos con cianuro y otras sustancias.

Refirió que la minería ilegal en las regiones tiene un impacto importante en el cambio climático.

Añadió que se debe denunciar las alertas sobre amenazas potenciales que puedan afectar los ecosistemas, la cultura y las actividades productivas preexistentes en el norte del Perú.

“Nos encargamos de vigilar la calidad de agua y actualmente estamos elaborando una línea de base para responder la contaminación, hasta ahora hemos identificado una contaminación de dos ríos en más 300 % de límites permisibles en minerales pesados, pero para las autoridades, no significa nada”, precisó la ambientalista.

Señaló que los gobiernos están dedicados a entregar los recursos naturales a diestra y siniestra a las empresas transnacionales, y que no les importa dónde se están ubicando, trayendo como consecuencias la sequía en las fuentes de agua, en los canales de regadíos, y en el agua para abastecer la comida diaria.

Añadió que es nuetro deber ciudadano defender las cabeceras de cuencas y decir al Gobierno que “sin oro se vive, pero sin agua se muere”.