La presidenta del Tribunal Constitucional (TC), Marianella Ledesma, afirmó que los nuevos magistrados que serán elegidos por el Congreso de la República estarán desprotegidos debido a la reforma aprobada por el Legislativo el domingo pasado.
Recordó que a nivel constitucional existen dos modelos de protección para el ejercicio del trabajo de las altas autoridades como legisladores, el defensor del Pueblo y el TC: la inmunidad y las prerrogativas especiales como no responder por los votos u opiniones que se realicen durante su labor; algo que aún se mantiene para el caso de los parlamentarios.
"Nunca se nos pidió la opinión de nosotros, pero nosotros ya nos vamos y llegarán nuestro reemplazos y los que ingresen lo harán con una desprotección a esa garantía que estaba preservada a nivel constitucional, tal como lo tienen los congresistas y el defensor del Pueblo", manifestó.
Dijo que si la reforma sobre la eliminación de inmunidad es aprobada en segunda votación y entra en vigencia, las opiniones y el control de las leyes provenientes del Congreso, se efectuarán "con una protección debilitada y con una espada de Damocles que podríamos ser perfectamente sometidos a procesos penales".
"Por opiniones disidentes que pudiéramos tener, por posiciones distintas, perfectamente podríamos ser procesados e inhabilitados, ese es el peligro, ese es el riesgo, por eso desde la Constitución de 1979 asegura que no solo a los magistrados del TC, sino a los congresistas y al defensor del Pueblo, debemos tener ese blindaje para ejercer el trabajo. Ahora, ese blindaje solo lo tendrán los miembros del Congreso", añadió.
Deliberación
Ledesma aseguró que según el artículo 105 de la Constitución, un proyecto de ley debe pasar por una comisión especial y "no puede ser sancionado sin haber sido aprobado por la respectiva comisión dictaminadora".
"Hay que recordar que un modelo democrático se sustenta en las deliberaciones que hacen sobre todo en los ámbitos del Congreso y, más aún esa deliberación debe ser más intensa si vamos a reformar una Constitución, esa es la lógica y es la esencia de una democracia. Lo contrario son los modelos totalitarios donde el debate es lo que menos debe existir porque se impone una idea", aseguró.
En ese sentido, añadió que si se quiere fortalecer un modelo democrático, es necesario privilegiar "con mucha intensidad" las deliberaciones, es decir, se debe conversar y debatir.
