Desde Buenos Aires, Argentina, la cantante presentó el monólogo 'La enamorada', su debut en teatro que presentará vía streaming
Julieta Venegas se diversificó en esta cuarentena necesaria por la pandemia del COVID-19 y así como otras famosas, se ha convertido en una figura no sólo de mamá para su hija Simona, de nueve años, sino que también ahora ha tenido que transformarse en su maestra.
Por las clases vía remota, Julieta ha tenido que abrazar este papel, como educadora, al lado de los profesores de la niña, algo que también han experimentado familias como la de Jacky Bracamontes y Martín Fuente; quien reveló divertido en exclusiva a Quién que su esposa
no tiene tanta paciencia.
La cantante, que se reunió con medios de comunicación nacionales a través de YouTube —para presentar La enamorada , el monólogo que protagonizará el próximo 3 de julio vía streaming a las 20:00 horas—, contó también como este tiempo de encierro le ha servido para conectarse con la música.
"Me puse a tocar, este tiempo lo he aprovechado para eso… más bien como una terapia, poder tocar y conectarme haciendo canciones, ha sido como mi manera de relajarme, cocinar y leyendo también", compartió Venegas, quien reveló quiénes son sus autoras más queridas, algunas nuevas y otras a las que regresó en esta pandemia.
Julieta también lee a escritores, como Federico Navarrete y su México racista; pero las más cercanas a su corazón son Guiomar Rovira con su obra Mujeres de maíz, que le regaló un fan, y Rosario Castellanos a quien ha vuelto a releer en este confinamiento: "Es de mis escritoras más queridas y que creo que no ha sido lo suficientemente valorada".
Contra el racismo
De Castellanos releyó Oficio de tinieblas y entre sus más recientes libros recomendó Tsunami de Gabriela Jauregui, Este es el mar de Mariana Enríquez y Brujas de Brenda Lozano. Algunas de estas lecturas le han permitido analizar lo que está sucediendo en cuanto a racismo en el país vecino del norte, pero más aún nuestro suelo.
"Me parce terrible lo que está pasando en Estados Unidos, pero hay que hacer un reflexión del racismo que está encubierto, pero que hay un montón en México, hay parte de nuestra población invisibilizada por todos lados y nos ha vuelto insensibles a la violencia que sufren algunos mexicanos y mexicanas que están en situaciones muy terribles.
