Gracias a la repetición del empate entre Colombia y Alemania en el Mundial de Italia 1990, muchos jóvenes conocieron las atajadas de René Higuita, arquero que no solo dio de qué hablar por sus locuras en la cancha, sino también fuera de ella.
En una entrevista en el programa ‘90 minutos de fútbol‘, de Fox Sports, el ex portero colombiano recordó su paso en la cárcel por cuenta de su ‘amistad’ con el capo Pablo Escobar. Según él, su captura se produjo en 1993 y creyó que su caso se iba resolver rápidamente, pero no fue así.
“Cuando entré a la cárcel decía: ‘salgo mañana‘... Creo que estuve nueve meses, pero para mí eso fue un día porque decía: mañana salgo, mañana salgo; esa fue mi idea, y se te fueron nueve meses”, dijo el ex seleccionado ‘cafetero’ que en la actualidad forma parte del cuerpo técnico de Atlético Nacional.
Lo involucraron
Contó que el motivo de su aprehensión fue el secuestro de la hija de Luis Carlos Molina Yepes, quien habría sido enlace financiero del cartel de Medellín. Adicionalmente, señaló que no era amigo de Escobar, sino que solo lo había visitado en La Catedral.
“Cuando empieza la persecución con Pablo Escobar, empiezan a agarrar a todos sus amigos, y yo no era amigo de Pablo Escobar. La misma gente me volvió amigo cuando fui a visitarlo a La Catedral. En definitiva, cuando me agarraron me dice: usted no puede intermediar, esto le da de cinco a siete años porque usted no es nadie. Me hablaban a mí de la Ley 40. ¡Qué m… voy a saber de la Ley 40!”, confesó.
La Ley se refería al delito de omisión de denuncia contra la libertad individual, pero Higuita no sabía esa información, y como se había criado bajo la ley de las calles de Medellín, sabía que tampoco podía decir nada a las autoridades.
“Recuerdo que dentro de eso, a los 8 días prácticamente, a mí me dicen: usted está por la Ley 40, la ley antisecuestro. Entrégueme a Pablo Escobar y usted no tiene delito. Eso fue en definitiva más o menos lo que sucedió. A mí lo que se me viene a la cabeza es: a mí júzguenme por la Ley 40, no me juzguen por sapo. ¡Dios mío! Se me vino el mundo encima. Me esposaron, me montaron en dos helicópteros. En uno iba esposado y en el otro me escoltaban. Me llevaron a la ciudad de Bogotá, que esto no se lo han hecho ni al peor narcotraficante. Al único que se lo hicieron fue a René Higuita”, dijo el ex portero.