El temor a que le roben no es comparable a la desconfianza que le tiene a los bancos. Por ello, apenas cobra su sueldo en pesos argentinos, Eugenia los cambia a dólares y los esconde en su casa, mencionó un medio de comunicación internacional.
Eugenia los oculta en el baño. “Prefiero que un chorro (ladrón) me robe a que sea un banco”, añade.
La desconfianza no es nueva. “Históricamente a los que han intentado ahorrar en pesos, no les fue bien. A quien lo hizo en dólares, le fue bien. Es la consecuencia de un sistema financiero quebrado”, apunta Matías Rajnerman, economista jefe de la consultora Ecolatina.
Sofía, una decoradora de interiores de 52 años, retiró sus depósitos en dólares a mediados del año pasado, ante el temor de un retorno del peronismo al poder.
“¿Qué puedo hacer?”, se interroga y recuerda que tan solo en el último año el peso argentino se depreció casi 40%.
“TEMA CULTURAL”
El gobierno pretende además un aumento de la alícuota que se cobra por el Impuesto a los Bienes Personales y aún más para activos en el exterior, con un premio para aquellos que traigan al país sus ahorros.
Sin embargo, los analistas creen que es difícil que los argentinos apuesten por el peso.
“En este país hay una historia sistemática de violar la seguridad jurídica del ahorrista. Los ahorros privados se los termina agarrando el gobierno o los cambia por bonos, pasó varias veces, pasó en 2001”, añadió Rajnerman.