El exprocurador anticorrupcipón, Julio Arbizu, sostuvo ayer que el camino para el exgobernador regional Yehude Simon, investigado por presunta corrupción vinculada a Odebrecht, parece no ser otro que la prisión preventiva.
Según explicó a un medio de comunicación del Estado, esto ocurre porque los requisitos para solicitar ambas medidas son básicamente los mismos, sustentados en elementos de convicción y el peligro procesal.
“En estos diez días de detención preliminar que hay para Simon, lo que puede hacer el Ministerio Público es aumentar los elementos de convicción y sustentar mejor el peligro procesal”, indicó.
LAS OPCIONES DE SIMON
Para Arbizu, la situación de Simon es muy complicada, más todavía con la confesión del exgerente de Olmos, Enrique Salazar, quien reconoció ante el equipo especial Lava Jato que él recibía el dinero de Jorge Barata para la campaña reeleccionista del exgobernador en 2006.
Ante ello, dijo, Simon tiene dos opciones: tratar de probar su inocencia, una tarea sumamente difícil a estas alturas, o acogerse a la confesión sincera o colaboración eficaz.
Según el exprocurador, el caso Simon refleja, por un lado, que todo parece estar salpicado por la corrupción de la constructora Odebrecht.
“Por otro lado, permite comprobar la rápida reacción del equipo especial Lava Jato, aprovechando los testimonios que tiene a la mano, las pruebas que puede acopiar y el acuerdo de colaboración con Odebrecht”, mencionó.