Donald Trump ha ofrecido a los palestinos un estado notablemente reducido, cediendo buena parte del territorio que reclaman como propio, a cambio de una congelación de los asentamientos e inversiones multimillonarias para dinamizar su economía. Acompañado del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, con la parte palestina ausente, Trump ha defendido que esta es la única vía para alcanzar “coexistencia pacífica”.
Según dijo Trump en el anuncio efectuado este martes en la Casa Blanca: “Los votantes no me eligieron para hacer cosas pequeñas. El camino para llegar a este momento ha sido largo y difícil”.
Dice la propuesta difundida por la Casa Blanca que “se dobla el territorio que en la actualidad controlan los palestinos”. Lo cierto es que se aumenta el territorio en que los palestinos tienen control civil y policial, pero el territorio logrado sería menor al de las fronteras resultantes tras la guerra de 1967, debido a la expansión de los asentamientos en Cisjordania.
Estos son los principales puntos de la oferta del plan:
Moratoria sobre asentamientos
Israel acepta la creación de un estado palestino soberano, cuyos ciudadanos tendrán los mismos derechos civiles que los israelíes. Según la Casa Blanca, los palestinos deben cumplir su deseo de “independencia, autogobierno y dignidad nacional”. El plan asegura abiertamente que “ni israelíes ni palestinos serán evacuados de sus hogares”. Si los palestinos aceptan, Israel aceptará una moratoria de cuatro años en la expansión de asentamientos.
Estado palestino desmilitarizado
El plan reconoce el derecho de Israel a defenderse, y por lo tanto el estado palestino será desmilitarizado, con Israel responsable por la seguridad de todo el territorio “al oeste del Jordán”, es decir, de también del estado palestino. “A medida que pase el tiempo, los palestinos trabajarán con EE.UU. e Israel para asumir más responsabilidades de seguridad a medida que Israel las cede”, dice el plan.