Luis Parra, diputado opositor rival de Juan Guaidó, se autoproclamó como presidente del Parlamento de Venezuela sin la presencia de Guaidó en el Palacio Legislativo, lo que la oposición denunció como “un golpe de Estado parlamentario”.
Un video difundido por la prensa muestra al líder opositor trepando las rejas perimetrales del edificio mientras un militar con un escudo antimotines le impide saltar la verja.
El Parlamento había convocado a sesión para las once de la mañana y Guaidó aseguraba contar con votos “más que suficientes” para ser ratificado en el cargo desde el cual reclamó el 23 de enero de 2019 la presidencia encargada de Venezuela con reconocimiento de medio centenar de países, encabezados por Estados Unidos.
El presidente socialista Nicolás Maduro, pese a ello, mantuvo el control del poder con respaldo de la Fuerza Armada y países como China, Rusia o Cuba.
Sin embargo, en cuatro horas de forcejeos y discusiones a través de piquetes policiales y militares en los alrededores del Palacio Legislativo, Guaidó se quedó fuera junto con otros legisladores aliados.
Sí ingresaron, sin problemas, diputados del chavismo y legisladores opositores críticos de Guaidó.
La Asamblea Nacional, en sus redes sociales, denunció que Parra se proclamó “sin votos y sin quorum” y la oficina de comunicaciones de Guaidó tildó de “golpe de Estado parlamentario” ese acto.
SESIÓN CUESTIONADA
Parra aseguró a la prensa que la sesión contó con 140 diputados y que 81 aprobaron su postulación, presentada apenas unas horas antes por otro legislador opositor que marcó distancia con Guaidó, José Brito.
El diputado chavista Pedro Carreño declaró previamente que la sesión se había hecho con 150 congresistas y que el disidente de Guaidó habría recibido 84 votos, mayoría simple en la cámara.
La oposición ganó 112 de 167 escaños en las elecciones legislativas de 2015, pero ha sufrido divisiones y, además, una treintena de legisladores se exiliaron o se refugiaron en sedes diplomáticas por procesos judiciales. Guaidó ha denunciado “sobornos” a congresistas para ponerlos en su contra.
Parra y Brito son acusados de cabildear ante autoridades de Colombia y Estados Unidos para librar de responsabilidad al empresario colombiano Carlos Lizcano en casos de presuntos sobrecostos en la importación de alimentos para el gobierno de Maduro. Tras esa denuncia, ambos rompieron con Guaidó, asegurando que aún siguen siendo adversarios de Maduro.
Luego de la proclamación de Brito, que calificó como “un show burdo”, Guaidó dijo que la sesión del Parlamento con él a la cabeza se realizará incluso fuera del Palacio Legislativo.
Guaidó y diputados aliados se dirigieron a la sede de El Nacional, un medio de comunicación crítico de Maduro.
Legisladores opositores denunciaron en la madrugada que el servicio de inteligencia (SEBIN) desalojó habitaciones donde se hospedaban congresistas de provincia en un hotel de Caracas, por una maleta con supuestos explosivos. “El objetivo era claro: amedrentar”, sostuvo el diputado Ángel Medina.