El Papa Francisco abogó este sábado por la necesidad de “cambiar de mentalidad pastoral” en la Iglesia y defendió la implementación de sus reformas, al mismo tiempo que alertó de los peligros que conlleva la “rigidez”.
Sobre la implementación de la reforma de la Curia romana, el papa defendió que “no ha tenido nunca la presunción de hacer como si antes no hubiese existido; al contrario, se ha apuntado a valorar todo lo bueno que se ha hecho en la compleja historia de la Curia”.
Pero recordó que “la memoria no es estática, es dinámica. Por su naturaleza, implica movimiento” y que “todo esto tiene una particular importancia en nuestro tiempo, porque no estamos viviendo simplemente una época de cambios, sino un cambio de época”.
Agregando que “la actitud sana” es la de “dejarse interrogar por los desafíos del tiempo presente”, con discernimiento y coraje, en vez de dejarse seducir por la cómoda inercia del dejar todo como está”.
Y recordó una de las famosas frases de la novela italiana “Il Gattopardo” de Giuseppe Tomasi di Lampedusa: “Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie”.