La Fuerza Armada venezolana sigue teniendo malestares. Casi 6.000 sargentos de tropa de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) han sido obligados a separarse de sus cargos, solo en 2019
La decisión es tomada supuestamente por “hacer caso omiso del llamamiento de sus comandantes naturales”. Sin embargo, el régimen chavista busca evitar futuras deserciones por la falta de recursos económicos que le imposibilitan pagar la nómina militar y, además, tiene preferencia por la milicia, conformada por civiles uniformados y armados, sin grado de instrucción militar, que han sido ubicados por encima de la GNB, uno de los cuatro componentes que constituyen la Fuerza Armada.
La publicación firmada por la periodista Sebastiana Barráez, da cuenta sobre 5.976 sargentos separados. “Es decir, que ahí no entran tenientes, capitanes, mayores, tenientes coroneles, coroneles ni generales, con lo que esa cifra crece como la espuma”, indica la experta en temas militares.
El comunicado en el que se anuncian los despidos indica que han sido autorizado por el comandante general de la GNB, Fabio Zavarse Pabón, quien asegura que la tropa «se encuentra en estado difuso dentro del componente a pesar del llamado reiterado para que normalicen su condición».
Pero a juicio de Barráez, la razón de peso es que el régimen de Maduro no tiene cómo pagar a los funcionarios y ese argumento es una excusa para economizar los pocos recursos que le quedan al Estado.