La primera final a partido único en los 60 años de historia de la Copa Libertadores enfrenta, al River Plate, vigente campeón del torneo en busca de renovar su título, y al Flamengo de Brasil, hambriento de gloria internacional tras alcanzar su primera final en 38 años.
La situación no es nueva para River, que hace solo un año levantó la Copa Libertadores frente al Boca Juniors en el estadio Santiago Bernabéu, de Madrid, a donde la final se trasladó después de que el partido de vuelta en Buenos Aires de la denominada ‘final del siglo’ se suspendiera por ataques al autobús ‘xeneize’.
A agrandar la historia
Así, de nuevo lejos de casa, River aspira a su quinta Libertadores, la segunda consecutiva y la tercera en cinco años, lo que agrandaría la leyenda de Marcelo Gallardo como el técnico más exitoso de la historia reciente del club, que también ha ganado bajo su mando una Copa Sudamericana y tres Recopas.
En cambio, Flamengo opta a su segundo título de Libertadores tras el conquistado en 1981 y lo hace impulsado por el efecto Jorge Jesús, el técnico portugués ex del Benfica y Sporting que ha devuelto en solo una temporada al ‘Mengao’ a la primera línea del fútbol sudamericano.
La presión recae más sobre los cariocas, por los 38 años sin ganar la Copa y por los 40 millones de seguidores que esperan acabar con esa larga sequía. “Hay que dejar esa presión y entrar al campo con la mente tranquila y serena. Si controlamos nuestras emociones, tendremos mucho ganado”, dijo el jueves el lateral Filipe Luís.
Los onces de gala
Ambas escuadras saldrán en principio con sus onces de gala. El equipo carioca no tiene grandes estrellas, pero sí mucho talento y una delantera explosiva formada por Gabriel Barbosa, máximo goleador del torneo con siete tantos, y Bruno Henrique, que lleva cinco.
La juventud de los artilleros está compensada con la experiencia del arquero Diego Alves, ex del Almería y Valencia; y los laterales Filipe Luís, ex del Deportivo de La Coruña y Atlético de Madrid; y Rafinha, ex del Bayern de Múnich, quien puede convertirse en el décimo jugador en ganar Copa Libertadores y Liga de Campeones.
Por su parte, River conserva la columna vertebral del equipo que ganó el título el año pasado, con Franco Armani en el arco, Javier Pínola y Lucas Martínez Quarta en el eje de la zaga y en la medular Ignacio Martínez y Enzo Pérez, quien estará en la final tras recuperarse a tiempo de unas molestias.
Hasta última hora, Gallardo ha mantenido la incógnita de formar una defensa de cinco hombres con la inclusión del chileno Paulo Díaz, lo que variaría su habitual esquema 4-4-2 y obligaría a sacar de la alineación titular a algún centrocampista como Exequiel Palacios o el uruguayo Nicolás De la Cruz.