La tormenta política que vive Donald Trump por sus presiones al presidente de Ucrania para investigar al candidato demócrata Joe Biden cogió el domingo más fuerza. Los abogados que representan al agente de la inteligencia que emitió una queja interna –o “chivatazo”– sobre las presiones a Volodimir Zelenski en una llamada telefónica a finales de julio y otros contactos de altos cargos de Trump con el mismo objetivo confirmaron ayer que hay, al menos, un segundo soplón sobre el mismo asunto.
Otro abogado de la misma firma, Mark Zaid, confirmó a varios medios que el despacho representa a un segundo chivato, también un agente de la inteligencia con conocimiento de esas presiones. Según Zaid, el segundo soplón ya ha sido interrogado por el inspector general aunque todavía no ha presentado la queja interna formal como en el caso del primero.
Lo más interesante de este caso es que Zaid detalló que esta persona tiene “conocimiento directo” de las circunstancias que llevaron al soplón original a presentar su queja interna. Una de las líneas de defensa de Trump después de que estallara el escándalo provocado por este chivatazo, es que el primer soplón no tenía conocimiento directo de la llamada, a pesar de que lo que explicaba en su informa coincidía con la transcripción de la llamada que la Casa Blanca se vio forzada a publicar.
Si el segundo chivato presenta una queja interna con un contenido similar a la primera, Trump no podrá decir, como ha señalado hasta ahora, que habla “de oídas”.